La Policía Local del Prat de Llobregat (municipio de la provincia de Barcelona de casi 65.000 habitantes) ha empezado a usar cámaras corporales que permitirán a los agentes grabar sus actuaciones, según ha informado el gobierno municipal. Serán una docena de dispositivos, que ya están disponibles para ser asignados a los agentes. Irán colocadas sobre los chalecos antibalas y solo se podrán usar «cuando se den las circunstancias de riesgo concreto que establece la ley«, subraya el consistorio.
El objetivo de la medida radica en «mejorar la transparencia del trabajo policial, ofrecer pruebas de posibles agresiones y reforzar las garantías de seguridad tanto para los agentes como para la ciudadanía«. Asimismo, considera el consistorio, la colocación de cámaras subjetivas «contribuye a prevenir algunos tipos de incidentes o a reducir la intensidad». «Las cámaras tienen una función coercitiva importante y se han reducido mucho los incidentes contra policías», asegura José Arenas, jefe accidental de la Policía Local.
Las cámaras graban de forma ininterrumpida, pero las imágenes se borran automáticamente al cabo de un minuto. Solamente si el agente implicado pulsa un botón, el dispositivo se pone a grabar. En ese caso, las imágenes «se almacenan en servidores municipales seguros«, a los que solo tienen acceso las personas autorizadas, que las visionarán y elaborarán los informes pertinentes para valorar si se borran o bien se conservan para incorporarlas o bien en una investigación policial, o bien en un procedimiento judicial, o bien en uno administrativo vinculado a una infracción grave.