Antonio Plaza García fue maestro, abogado, guardia civil, miembro del Cuerpo Superior de Policía, jefe de las Policías Locales de Cartagena y Murcia, y comisario honorario del Cuerpo Nacional de Policía. También fue uno de los fundadores de la Unión Sindical de Policías, el primer sindicato del Cuerpo Superior de Policía comprometido firmemente con la democracia. Y, aunque eso no aparece en su extenso currículum, también fue una excelente persona.
Tuve el privilegio de conocerle personalmente en el año 1980, cuando él era inspector del Cuerpo Superior de Policía y mientras yo participaba como alumno del curso selectivo de la 28 promoción de la Policía Municipal de Madrid (la primera promoción del Ayuntamiento Democrático), en la extinta Academia de la Calle Conde Duque. Fue uno de mis profesores y siempre manifestó abiertamente un decidido compromiso con la libertad y la democracia, motivo por el que fue objeto de persecución en su propio Cuerpo, entonces plagado de policías franquistas. También recuerdo el apoyo que siempre prestó al sindicalismo profesional representado en aquellos años por la Unión Sindical de Policía Municipal (USPM).
Antonio Plaza falleció el pasado domingo, a la edad de 80 años. La ceremonia religiosa por su fallecimiento tuvo lugar este martes, en la capilla del tanatorio de la Funeraria de Jesús y su cuerpo fue posteriormente conducido al cementerio de El Altet, en Alicante. Nació en Pineda de Cigüela (Cuenca) el 25 de noviembre de 1944 y vivió en su juventud en Madrid, Carboneras de Guadazaón y Cuenca.
Entre sus premios y condecoraciones se encuentra la Cruz Roja y la Cruz Blanca al Mérito Policial, la Cruz al Mérito de la Guardia Civil, la Cruz al Mérito del Ayuntamiento de Cartagena, la Encomienda del Mérito Civil y la Encomienda de Isabel la Católica, además de la Cruz de San Raimundo de Peñafort.
Como jefe de la Policía Local de Cartagena, a partir del año 1982, impulsó una importante reforma democrática y profesional de las Policías Locales de toda España en colaboración con la FEMP.
