Dos hombres y dos mujeres de origen colombiano fueron detenidos unas horas después de que dieran comienzo las fiestas de San Fermín, en Pamplona. La detención fue practicada por la Policía, por el robo de varias carteras y teléfonos móviles a diferentes personas que participaban en los festejos.
Tras su arresto, los implicados fueron sometidos a un juicio rápido ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona. La decisión tomada por el juez ha sorprendido a muchos, ya que, en lugar de cumplir las penas de cárcel que les correspondían, los detenidos serán expulsados del país y se les impondrá una orden de alejamiento de la ciudad durante los próximos dos años.
Los arrestados formaban parte de un grupo criminal organizado, que actuaba con gran coordinación. En el momento de la detención, llevaban consigo varios teléfonos de alta gama, entre ellos modelos de iPhone, que habían sustraído durante las celebraciones posteriores al chupinazo. Este grupo de carteristas, que también cuenta con antecedentes en otras ciudades como Barcelona y Zaragoza, estaba integrado por cinco personas, de las cuales una permanece en paradero desconocido.
Los arrestados, que inicialmente enfrentaban penas de prisión de hasta dos años para los hombres y 16 meses para las mujeres, verán conmutadas sus penas por la expulsión inmediata de España. Además, se les ha prohibido regresar a Pamplona y participar en futuros Sanfermines durante los próximos dos años.
















