El agente de la Policía Local de Palma que atropelló a un peatón causándole la muerte en 2022 será juzgado por homicidio imprudente. El juez encargado de la instrucción del caso dictó ayer el auto que sienta en el banquillo al funcionario y le ordena depositar una fianza civil de 220.000 euros para hacer frente a las posibles indemnizaciones. La Fiscalía considera que la negligencia cometida por el policía fue leve, por lo que solo reclama el pago de una multa de 6.480 euros, mientras la familia del joven fallecido solicita una condena de cuatro años de prisión. La vista oral se celebrará en un juzgado de lo penal de Palma.
El accidente ocurrió el 2 de junio de 2022 hacia las doce y media de la madrugada. Según las conclusiones del juez, el agente conducía «en servicio de urgencia con temeridad manifiesta a una velocidad de entre 50 y 87 kilómetros por hora en una zona limitada a 20». El magistrado apunta que circulaba «sin mantener la atención necesaria y haciendo uso únicamente de las señales luminosas y no de las acústicas». De esta manera, el policía «perdió el control» del vehículo a la altura del número 7 del Passeig Sagrera, se subió a la acera y arrolló a tres personas que circulaban correctamente. Una de las víctimas, Mario Decandia, italiano de 36 años, murió en el acto. Las otras dos, un suizo de 25 y una polaca de 35 sufrieron lesiones graves.
De acuerdo con la postura de la Fiscalía, el exceso de velocidad del vehículo policial no rebasaba el límite para ser calificado como delictivo y hay que tener en cuenta que el agente se dirigía a «un servicio por un posible delito de violencia de género» y, por tanto, estaba «exento de cumplir» determinadas normas de tráfico. La familia de la víctima mortal, Mario Decandia, de 36 años, no comparte esta tesis y argumenta que la imprudencia que cometió fue grave.