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Detenido en Madrid un policía local de Alcobendas por altercados en un bar y amenazas a la Policía Nacional

09/05/2022 La Policía cuenta ya con los primeros 85 agentes dotados con pistolas táser para la seguridad ciudadana en Madrid. La Policía Nacional cuenta ya con los primeros 85 agentes dotados con pistolas táser para actuaciones en la vía pública de la Unidad de Prevención y Respuesta (UPR), especializada en la prevención o restablecimiento del orden y la seguridad ciudadana. ESPAÑA EUROPA MADRID POLÍTICA POLICÍA NACIONAL
Legislación y Tribunales
La Policía Nacional detuvo el pasado sábado por la noche a un policía local de Alcobendas (Madrid), de 31 años de edad, acusado de provocar varios altercados en un bar de la Cava Baja -en el distrito Centro- y de romper una cristalera del establecimiento valorada en 700 euros. Iba sin documentación y fue acusado de un delito de daños. Durante su arresto insultó gravemente a los agentes de la Policía Municipal y la Policía Nacional a los que luego amenazó en el calabozo gritando: «Cuando vea un agente de Policía Nacional en Alcobendas os voy a crujir», según indicaron los uniformados de la comisaría de Centro.

Los incidentes ocurrieron sobre las 22.00 horas del sábado pasado en un bar de la Cava Baja, justo cuando el local estaba repleto de clientes. Los policías recibieron un aviso urgente por parte de los dueños del local en el que se advertía de que un hombre en estado «muy nervioso» estaba causando problemas en el local y que en una discusión con otra persona había roto una cristalera. Se añadía, además, que estaba ebrio y que se estaba identificando como agente de policía.

Cuando llegaron al lugar las patrullas de la comisaría de Centro, el hombre seguía con su conducta violenta y agresiva. «Estaba muy chulo y desafiante, y gritaba que era policía e intentó agredir a uno de los testigos», según los presentes. Los agentes le pidieron la identificación, pero el hombre dijo que no la llevaba encima. El presunto autor de los hechos preguntó que si podía acreditar su condición de policía mediante el teléfono móvil, aunque en ese momento alegó que no se acordaba del pin y que no podía acceder a su contenido.

El borracho estaba cada vez más alterado, llegó a romper un cristal del establecimiento valorado en 700 euros y era imposible tranquilizarle, según informan los testigos que estaban en el local. Tanto que insultó a una de las policías nacionales actuantes y llegó a increpar a más personas que estaban en la puerta del bar.

Como su estado era fuera de control y no cejó en su comportamiento violento, fue finalmente detenido por un presunto delito de daños en el bar, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Fue trasladado a los calabozos de la comisaría de Policía Nacional de la calle Leganitos del distrito Centro donde siguió insultando a los agentes y asegurando que se iba a vengar de ellos cuando se cruzará con un coche de la Policía Nacional en Alcobendas, donde trabaja.

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