En la Policía Local acaba todo lo que se pierde (o se escapa) en la ciudad. Una viguesa que no encontraba a su mascota, un agaporni llamado Saltarín, pudo recuperarlo en la sede de la Policía Local, aunque no sin antes “demostrar” que era su auténtica propietaria.
Esta peculiar historia ocurrió este mismo mes de agosto. Bárbara, una vecina de Teis, tenía que trasladarse a O Grove, así que dejó a Saltarín en su jaula, cerrada y con comida y bebida suficiente hasta su llegada al día siguiente. Lo que no se esperaba es que, a pesar de todas las medidas adoptadas, el agaporni aprovechara para abandonar la vivienda y, seguramente, ir a buscarla.
Todavía hoy no se explica cómo el ave pudo abrir la jaula y colarse por el hueco de la ventana que había dejado ligeramente abierta y con la persiana a medio bajar. “Fue una amiga la que me llamó por teléfono al ver que un policía difundía la imagen de Saltarín en las redes sociales, me preguntó si lo tenía en casa yo pensaba que sí, pero cuando vi la foto no me quedó duda”, explicaba. Saltarín padece estrés y se le caen las plumas.
En su corta huida, el agaporni acabó posándose sobre el hombro de un policía local (seguramente para pedir su ayuda, como así ocurrió). El policía se encargó de recogerlo y trasladarlo hasta la jefatura, mientras iniciaba la búsqueda de sus dueños, ya que el pájaro llevaba una anilla.
Barbará regresó a su domicilio y comprobó que efectivamente Saltarín no estaba. “No solo había conseguido abrir la jaula, sino que antes de marchar, por el estrés, había picoteado un clavo y dos rollos de papel higiénico”, indicó.
La Policía Local quiso certificar que en realidad ella la dueña antes de entregarle a su mascota y que no lo había abandonado. Tras darle una descripción pormenorizada del ave, también consiguió aportar el número de la anilla y tuvo que ir Bárbara en persona a recogerlo, “me dijeron que solo podía ir yo”. La prueba definitiva fue cuando el agente le trajo a Saltarín, “había estado callado desde que lo recogieron, pero al verme empezó a píar como un loco y a revolotear».
Gracias a una casualidad, Bárbara pudo recuperar a su pájaro con el que lleva desde 2021 en su casa de Teis y que forma parte de su familia. “De no haberse posado en el hombro del policía quizá lo hubiera perdido, porque son aves difíciles de coger, comentaba esta mujer que respiraba aliviada ya con su mascota en casa. “Tomaré más medidas cuando salga de casa para que no le vuelva a pasar nada».
