Ayer comenzó una nueva campaña especial de vigilancia impulsada por la Dirección General de Tráfico con motivo de las celebraciones navideñas, una época en la que se incrementan los desplazamientos y también el riesgo derivado del consumo de alcohol y drogas al volante. La iniciativa se desarrollará durante siete días y tiene como finalidad reforzar la seguridad vial en un periodo especialmente sensible.
Durante esta semana, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Policías Autonómicas y Policías Locales, intensificarán los controles en todo tipo de vías y a cualquier hora del día. Estas actuaciones resultan necesarias para retirar de la vía pública a aquellos conductores que no se ajustan a la normativa vigente y que suponen un peligro real para el resto de usuarios de la carretera, contribuyendo así a reducir la siniestralidad.
La campaña también cuenta con la implicación de las policías locales, especialmente en entornos próximos a zonas de ocio y consumo, donde el riesgo de conducción bajo los efectos de sustancias es mayor. El objetivo no es únicamente sancionador, sino preventivo, buscando eliminar conductas peligrosas y garantizar que la carretera sea un espacio seguro y no inseguro para todos.
Desde los cuerpos de seguridad se solicita la colaboración del resto de conductores para no avisar de la presencia de estos controles, ya que hacerlo supone evitar que los infractores sean detectados y permite que continúen poniendo en riesgo vidas. La responsabilidad colectiva es clave para que estas medidas sean efectivas y cumplan su función protectora.
Asimismo, se insiste en la necesidad de revisar actitudes al volante y extremar la prudencia durante estas fechas. Ninguna comida, cena o celebración justifica una conducta irresponsable en la conducción, y respetar las normas es la mejor garantía para llegar con seguridad a cualquier destino.
















