Archena (municipio de 21.000 habitantes de la Región de Murcia) se convirtió durante dos días en el punto de encuentro de diecisiete unidades caninas de distintas localidades de Murcia, Almería y Alicante. Un seminario técnico de alto nivel, diseñado para perfeccionar el trabajo de los perros detectores en personas en movimiento, reunió a profesionales que viven su labor con rigor, vocación y un profundo sentido de responsabilidad.
La alcaldesa, Patricia Fernández, dio la bienvenida a los participantes con un mensaje claro y cercano. Subrayó la importancia de invertir en formación especializada y de reforzar las capacidades de quienes trabajan en la seguridad pública. Sus palabras marcaron el inicio de unas jornadas que destacaron por su carácter innovador y por el compromiso de los asistentes.
El seminario contó con la participación de Narcís Romero, policía local de Girona y guía canino de reconocida trayectoria, cuyo papel elevó el nivel de exigencia y profesionalidad del encuentro. Romero ha demostrado, a lo largo de su carrera, un compromiso ejemplar con la formación y el adiestramiento eficaz de unidades K9, contribuyendo a consolidar la detección de sustancias y personas en movimiento como una herramienta fiable y moderna de seguridad. Su presencia fue valorada como un honor por los asistentes: un referente que inspira tanto a guías como a perros para dar lo mejor en cada práctica.
Desde el primer momento, el ambiente fue dinámico y profesional. Los equipos —guía y perro— afrontaron entrenamientos que avanzaban en dificultad y realismo. Las prácticas comenzaron con ejercicios de detección básica sobre personas y continuaron con maniobras en zigzag, trabajos con objetivos en movimiento y escenarios plagados de distracciones. Música, ruido, humo, gritos… estímulos que exigían lo mejor de cada perro y la máxima concentración de cada guía.
El primer día estuvo repleto de técnica y análisis. Los participantes exploraron diferentes patrones de búsqueda, ajustes de conducta, detección en desplazamiento y respuestas ante estímulos complejos. La tarde dejó espacio para entrenamientos sobre vehículos de movilidad personal y para un bloque de perfeccionamiento donde la experiencia del ponente y la implicación de los asistentes se combinaron con naturalidad. La jornada terminó con una ronda de preguntas sincera, útil y enriquecedora para todos.
La segunda jornada mantuvo un enfoque directo y práctico. Una ponencia de profundización permitió resolver dudas y abrir nuevas líneas de trabajo. El entrenamiento intensivo posterior consolidó lo aprendido y evidenció el progreso de los perros, desde aquellos en etapa inicial hasta los binomios más experimentados. El ambiente reflejaba compañerismo, exigencia y satisfacción profesional.
La clausura, acompañada de la entrega de diplomas, dejó una sensación clara de avance colectivo. El ponente valoró la dedicación y el nivel mostrado por los participantes, y estos destacaron la utilidad real de las prácticas y el trato recibido durante su estancia en Archena. La ciudad se proyectó como un lugar comprometido con la formación policial y preparada para acoger iniciativas de gran relevancia.
Este seminario supuso un impulso técnico y humano. Una experiencia que reforzó capacidades, unió a profesionales y puso en valor la importancia del entrenamiento continuo para garantizar intervenciones más efectivas, rápidas y seguras en el día a día policial.


















