La seguridad vial está experimentando un punto de inflexión gracias a la convergencia entre infraestructuras físicas e inteligencia artificial. Un ejemplo de ello es PlugSmart Pro, un sistema desarrollado por la Universitat Politècnica de València (UPV) en colaboración con la empresa Metalesa, que convierte los guardarraíles convencionales en dispositivos inteligentes de gestión y prevención del riesgo.
Tradicionalmente, los guardarraíles han sido elementos puramente pasivos: estructuras metálicas diseñadas para contener vehículos y reducir la gravedad de los accidentes. PlugSmart Pro rompe con este paradigma al incorporar capacidades de percepción, análisis y comunicación en tiempo real, lo que lo convierte en un actor activo dentro del ecosistema de la movilidad conectada.
La tecnología se basa en la integración modular de diferentes componentes:
- Luces LED inteligentes: regulan la intensidad según las condiciones meteorológicas y varían de color en función del nivel de riesgo detectado (p. ej. ámbar en alerta moderada, rojo en situación crítica).
- Cámaras con algoritmos de IA: capaces de aprendizaje continuo y de reconocer hasta diez escenarios de peligro, incluyendo circulación en sentido contrario, ondas de frenado, exceso de velocidad, atascos, o la presencia de usuarios vulnerables (peatones, ciclistas, motoristas).
- Radares y cámaras termográficas: que amplían la capacidad de detección en condiciones de baja visibilidad y permiten identificar vehículos, animales o personas en la calzada.
- Sensores ambientales: miden contaminantes (CO₂, NOx, partículas) y parámetros climáticos (humedad, temperatura, visibilidad), aportando información adicional tanto para la gestión del tráfico como para la calidad del aire.
Conectividad y gestión de datos
Uno de los aspectos más innovadores del sistema es su capacidad de comunicación bidireccional. PlugSmart Pro no solo informa directamente a los conductores mediante sus señales luminosas, sino que también transmite los datos recopilados a los centros de gestión de tráfico.
De esta manera, la información se puede redistribuir en paneles de señalización variable situados kilómetros antes del punto de riesgo, lo que permite anticipar la reacción del conductor y reducir drásticamente la probabilidad de accidente. Este enfoque de detección temprana + aviso preventivo es esencial para reducir siniestros en carreteras de alta densidad o entornos urbanos con gran flujo de usuarios vulnerables.
Aplicaciones en diferentes escenarios
Aunque la tecnología se ha concebido para su integración en guardarraíles ya existentes, su arquitectura modular facilita su aplicación en otros contextos de infraestructura crítica:
- Puentes y viaductos: donde los riesgos de viento, humedad o acumulación de tráfico requieren vigilancia constante.
- Túneles: PlugSmart Pro puede monitorizar visibilidad, ventilación, temperatura y condiciones ambientales en tiempo real, integrándose con sistemas de control de emergencias.
- Entornos urbanos: su capacidad para detectar peatones y ciclistas lo hace especialmente relevante en accesos a estaciones, rotondas o pasos de gran densidad de tráfico mixto.
Actualmente, existen instalaciones piloto en Elche (puente del Bimil·lenari) y en Valencia (frente a la estación central de autobuses), donde los primeros resultados han demostrado un elevado potencial en la reducción de riesgos.
Reconocimiento y futuro
El carácter disruptivo del proyecto ha sido avalado por premios de referencia en el sector:
- Premio Ponle Freno-AXA a la Innovación en Seguridad Vial.
- Premio Nacional ACEX a la seguridad en el mantenimiento de carreteras.
A medio plazo, PlugSmart Pro se alinea con la estrategia de carreteras inteligentes y movilidad conectada (C-ITS) promovida a nivel europeo, donde la comunicación vehículo-infraestructura (V2I) será clave para la implantación progresiva del vehículo autónomo.
Conclusión
PlugSmart Pro no es solo un guardarraíl mejorado, sino el embrión de una nueva generación de infraestructuras inteligentes que convierten la carretera en un sistema proactivo de seguridad. La unión de IA, sensorización ambiental y conectividad en tiempo real abre la puerta a una movilidad más segura, sostenible y preparada para los retos de la conducción autónoma.
















