El pasado 24 de septiembre era la fecha límite para que la mitad de la flota de los coches de la Policía Local de Sevilla pasara la inspección técnica. No lo hicieron y cuando se fue a hacerlo se encontraron con varios problemas inesperados. De hecho, 45 vehículos no pudieron pasar la ITV dentro del plazo legal, según se dijo, por un despiste en la tramitación de las citas. Sin embargo, al parecer, no fue ese el único problema: los patrullas estaban equipados con una pantalla de seguridad colocada en los cristales delanteros. Su misión es, en caso de accidente, evitar que el parabrisas estalle, pero esa lámina no estaba homologada y, para pasar la ITV, se debía quitar.
Así, los vehículos estaban inmovilizados en las dependencias policiales: sólo podían moverse para ir a la inspección técnica. Y, cuando se llevaron, aparecieron más problemas: varios vehículos no superaron la ITV porque, al colocar las mamparas para detenidos se modificaron los airbags que venían de serie.
Pero, además, aparecieron más motivos: en otros vehículos el airbag lateral del asiento se tapó con una funda y, también, se alteraron las luces. Todas ellas, reformas de importancia que necesitaban homologación que no tenían. Al parecer, dichas reformas se realizaron hace cuatro años, cuando se compraron los coches: entonces deberían haber pasado una ITV previa, pero no fue así.
Como consecuencia de todo este desaguisado han tenido que retirarse del servicio varios vehículos, al no superar la ITV, tendrán que resolverse los problemas encontrados para pasar una nueva inspección. En fin, una situación un poco desastrosa que no ha dejado en buen lugar a la Policía Local sevillana.