La ciudad de Molina de Segura, en la Región de Murcia, se encuentra comprometida con la seguridad ciudadana y ha activado la compra de recursos y dotación para sus agentes. Se trata de la compra de dos dispositivos eléctricos de control (DEC) y de 20 cámaras individuales con accesorios y medios para los agentes que conforman el Grupo Especial de Intervención Rápida (GEIR).
El equipamiento de cámaras corporales en los chalecos de los policías representa un avance significativo en la modernización de las fuerzas del orden. Estos dispositivos permiten grabar en tiempo real las interacciones entre agentes y ciudadanos, aportando pruebas objetivas ante cualquier eventualidad o conflicto.
Uno de los principales beneficios es el aumento en la transparencia. Las cámaras registran cada actuación policial, lo que reduce la posibilidad de abusos de autoridad y, al mismo tiempo, protege a los agentes frente a denuncias infundadas.
Esta tecnología genera un registro imparcial de los hechos, útil tanto en procedimientos judiciales como en investigaciones internas.
Además, se ha demostrado que la presencia de cámaras disuade comportamientos violentos o indebidos, tanto por parte de los ciudadanos como de los propios policías. Esto contribuye a mejorar el comportamiento y la profesionalidad en los operativos y detenciones.
Por último, el uso de estas cámaras fortalece la confianza entre la ciudadanía y la policía. Saber que todo está siendo documentado reduce la percepción de impunidad y promueve un ambiente de respeto mutuo.
En definitiva, portar cámaras en los chalecos no solo es una herramienta de vigilancia, sino un instrumento de justicia, prevención y rendición de cuentas que beneficia a toda la sociedad.
