Como informó recientemente SeguCITY, dos agentes de la Policía Local de Trapagaran, municipio de 12.000 habitantes de la provincia de Vizcaya, resultaron intoxicados por la inhalación de monóxido de carbono, después de una larga patrulla, con las ventanillas cerradas, en su vehículo policial. Los agentes debieron ser atendidos en un hospital y el accidente se achacó al mal estado del vehículo, que no había pasado la ITV dentro del plazo establecido.
Después de este accidente, según informa el medio TELE7, la inspección realizada al vehículo no ha encontrado ninguna fuga de gases hacia el interior del mismo.
La inspección fue realizada por un taller oficial de la misma marca del vehículo que, tras realizar las pruebas dinámicas y estáticas pertinentes, no ha observado ningún signo de entrada de gases quemados en el interior.
Se ha probado el coche en carretera a distintas velocidades e igualmente, en taller, se han inspeccionado detalladamente los diferentes sistemas, incluidos los sellos de las puertas, las juntas del capó y las conexiones del sistema de escape.
Durante estas pruebas, no se ha detectado ningún olor o señal de contaminación del aire en el habitáculo. Al contrario, los sistemas de ventilación, así como los componentes del escape, se han encontrado en buen estado y sin fugas evidentes.
En conclusión, pese a los ensayos realizados, no se ha repetido la situación que denunciaron los agentes.
El informe concluye que el vehículo, que tiene 6 años, se encuentra en óptimas condiciones, y no presenta signos de filtración de gases en el habitáculo.
Eso sí, la factura de la reparación ha ascendido a 1.195 euros, una vez sumados 520 euros en concepto de recambios (filtros, correas, juntas y otros elementos sustituidos) y 467 euros por la mano de obra, más IVA.
