La frase no es mía, es de Kevin Fisher, fundador junto a su esposa Sonya de la fundación que lleva el nombre de su hijo Dominique, que se suicidó a la edad de 23 años. Cada día de 10 septiembre se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, y una de sus causas principales son las enfermedades mentales. Pero, ¿por qué el estigma mata?
Cuando una persona empieza a padecer problemas de Salud Mental, y según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cuatro personas los padecerán a lo largo de su vida, necesita ser diagnosticada de forma precoz y tener un tratamiento adecuado. Es el estigma el que en la mayoría de los casos lo impide. La vergüenza de ser considerada “loca”, hace que la personas no pidan ayuda hasta que la situación se agrava, y en muchas ocasiones toman la decisión de quitarse la vida.
Es el colectivo policial uno de los más afectados por este problema. Junto a los factores de riesgo de nuestra profesión; situación de estrés postraumático, turnos rotativos, acceso a instrumentos letales como es nuestro arma reglamentaria, se une el estigma de quién va a querer trabajar con un “enfermo mental”.
Tuve el placer de conocer a Kevin Fisher y a su hija hace unos días en la Convención de “CIT International” en Indianápolis, y este es su lema, “Every body – vs – stigma”. Si el estigma mata, nuestra misión es simple: “eliminar el estigma”. Normalizar todo lo relacionado con la Salud Mental es el camino, y todos podemos emprenderlo.
El suicidio es una realidad dura que es difícil de asimilar, siendo evitable, trabajemos en ello todos los días, y no solo una vez al año.