En Cataluña existen 947 municipios. No todos cuentan con policía local. Actualmente hay 218 policías locales, que agrupan a 11.580 agentes municipales, a los que hay que sumar los 455 vigilantes de seguridad que ofrecen sus servicios como autoridad a los pueblos que carecen de efectivos policiales. Al depender de su propio ayuntamiento, se trata de cuerpos de seguridad muy heterogéneos en función de la casuística de cada municipio. Sin embargo, todos tienen dos características principales: conocen como nadie el territorio y son los primeros que llegan ante una emergencia.
Sin embargo, su realidad es muy distinta, al igual que sus necesidades. «Hay policías grandes, que corresponden a los municipios más poblados como los del área metropolitana de Barcelona, y pequeñas, con pocos efectivos». Cada cuerpo se ciñe a su territorio y a veces, «cuando el delito traspasa las fronteras municipales», tienen complicado coordinarse con otras policías locales vecinas o con otros cuerpos policiales. Tienen elementos comunes con los Mossos, como una formación conjunta en el Instituto de Seguridad Pública de Catalunya o que el 112 distribuye las llamadas de emergencia a cada policía.
«Al tener a Catalunya una policía autonómica muy fuerte, como son los Mossos d’Esquadra, las policías locales pueden quedar en segundo término», admite Marc Costa, director general de Coordinación de las Policías Locales. Detalla que hay policías locales que han asumido labores de seguridad ciudadana por «necesidades de cada municipio» y han dejado de lado otras labores «de proximidad», como la regulación del tráfico urbano y la asistencia a escuelas, que son «fundamentales para a la percepción de seguridad» de la población.
Para organizar esta amalgama de Policías Locales, la Conselleria de Interior, responsable de las competencias de «coordinación y ordenación» de los cuerpos policiales municipales, ultima el Plan Director de Policías Locales, un documento «elaborado con consenso, pero todavía no aprobado», señala Costa. Su puesta en marcha está pendiente de recibir el visto bueno del Consejo Ejecutivo. Este plan forma parte del proyecto de Policía de Catalunya, que engloba a los Mossos, a las Policías Locales y a los vigilantes municipales.
El plan director define el papel de los agentes en todos los ámbitos, desde el normativo, con revisión de «normas obsoletas», hasta elementos de funcionamiento comunes, respetando la identidad de cada cuerpo municipal.
El proyecto pone énfasis en la actualización de normas y en la creación de una «identidad corporativa de la Policía de Cataluña que respete la autonomía de cada ayuntamiento». Así, se trabaja para unificar uniformes o logotipos que deberían llevar todos los agentes, «con variaciones según la localidad».
Además, este plan director mejora el acceso a herramientas informáticas de las policías locales y prevé que los datos que éstos obtienen, por ejemplo a través de la videovigilancia, se sumen a un sistema de seguridad común.
Fuera del área metropolitana de Barcelona, a muchas policías locales les «cuesta sobrevivir», en palabras del director general. Un estudio de la Diputación de Barcelona revela que, por término medio, estos agentes representan el 17% de la plantilla de los ayuntamientos y un 21% del gasto municipal. Cifras que en algún caso son superiores. Por eso muchos municipios no tienen «fuerza económica para costear a estas policías locales», recuerda Costa, quien remarca que, al ejercer la Generalitat «competencias de ordenación y coordinación, no les dejamos solos».
En este sentido, Interior ha velado por facilitar los procesos burocráticos a los ayuntamientos, como por ejemplo las convocatorias de acceso a la Policía Local, que tienen un alto coste. Este año, sin ir más lejos, en el Maresme, el Consell Comarcal realizó una convocatoria conjunta de varias policías locales que permitió ahorrar costes.
Servicio de calidad
El presidente de la Asociación de Jefes y Mandos de la Policía Local de Cataluña (ACCPOLC o Unijepol-Catalunya), Antoni Flores Lorente, señala que el principal reto de las Policías Locales consiste en dar «un servicio de calidad» a las demandas de la población, que » han aumentado exponencialmente en los últimos años, especialmente después de la pandemia». Flores recuerda que las Policías Locales «deben estar preparadas para dar respuesta a cualquier tipo de requerimientos, sin plantearse qué cuerpo asume el seguimiento de los servicios o incidentes».
Por ello, remarca que las policías locales, aunque son los primeros en responder a las llamadas, son «un eslabón más de todo el entramado del Sistema Público de Seguridad». Flores reclama la «máxima homogeneización» y coordinación de las Policías Locales con los Mossos, en línea con lo previsto en el plan director. Sin embargo, este mando policial recuerda que todavía hay «plantillas deficitarias y con falta de perspectiva de crecer», por lo que va más allá e insta a Interior a fijar «obligatoriamente» en cada ayuntamiento «un número de efectivos por cada cuerpo de Policía Local, con sus respectivos mandos”.