El agente primero de la Policía Municipal de Pamplona, Ricardo Asiain, de 48 años, la mitad de ellos como policía, evitó esta vez el atragantamiento de una anciana de 85 años de edad. Ricardo cuenta que “recibimos una llamada de la emisora en la que se nos informaba de que una persona estaba en parada. En tan sólo dos minutos habíamos llegado al portal y subí a la carrera los tres pisos con el desfibrilador, mientras que mi compañero se quedaba abajo esperando a los sanitarios, porque ya oíamos las sirenas que se acercaban”.
Al entrar en la vivienda, “la mujer se encontraba tendida en el suelo y con ella estaba su cuidadora. Me acerqué a la señora y vi que estaba morada, que no estaba en parada cardiorrespiratoria, pero sí le estaban dando espasmos, se estaba asfixiando”, relata.
Golpes en las escápulas
Dado que la mujer tenía un cuerpo muy frágil, con poco peso, “me di cuenta que no podía hacerle la maniobra de Heimlich. Así que opté por hacerle maniobras como a un bebé, dándole golpes entre las escápulas”, señala Ricardo. “En pocos instantes empezó a llegar el personal sanitario, la médico…”.
Entre todos siguieron maniobrando con la mujer, que “expulsó el arroz que había comido y comenzó a respirar y a recuperar el color. Como estaba respirando mejor, la subimos al sofá y abrió los ojos. Ya pudimos sentarla en una silla y fue recuperándose”, comenta aliviado.
El agente primero destaca que “es una gran satisfacción reanimar a otra persona. Y Ricardo, con esta mujer, ya lleva 8 personas salvadas de atragantamientos. Aunque, aclara: “Pero me han tocado muchos más auxilios que no han salido bien. El mes pasado me tocaron tres en una semana que no salieron adelante”, lamenta. “Pero es verdad que gracias a la formación que hemos recibido, y la inmediatez de nuestras intervenciones, han subido exponencialmente los casos que salen adelante”, concluye.
Ricardo fue condecorado con una de las medallas al Mérito Nacional por la Actuación Policial que otorgan periódicamente Unijepol y la FEMP, conjuntamente.