Durante la última noche de fiestas del Aste Nagusia bilbaína dos agentes de la Policía Local y un sanitario fueron atacados por un grupo de personas en el recinto festivo.
El primer hecho ocurrió sobre las 02:00 horas de la madrugada cuando un joven se presentó en un puesto sanitario avanzado instalado en una céntrica calle de Bilbao y donde se atiende cualquier caso sanitario. En este caso un individuo se personó con varios amigos, manifestando tener una lesión en una mano. Tras ser atendido por los sanitarios y pudiendo ser una fractura en un dedo, le comunicaron al individuo que por protocolo debería acudir al hospital de Basurto, cercano al lugar donde estaba, para un exhaustivo examen con radiografía y que el acudir a dicho centro sanitario lo tenía que hacer por sus medios, ya que la ambulancia que tenían era para casos más graves.
El joven, de unos 20 años y complexión fuerte, «no se mostró conforme» con lo que le aconsejaban los profesionales y «escupió a una sanitaria y golpeó a su compañero». Por eso comenzó a gritar mostrando su enfado y fue en esos momentos, cuando entraron en la base de la ambulancia un grupo de chicas que necesitaban atención médica, ocasión en la que empezó a meterse con ellas.
En este nuevo incidente, el facultativo presente en la base, salió en defensa de las jóvenes y terminó en el suelo, donde el joven con el dedo roto le empezó a pegar patadas por todo el cuerpo. En la refriega, el sanitario, además de golpes, también sufrió arañazos y se le rompió la parte superior del uniforme. Tuvo que acudir a una mutua y, posteriormente, con el parte de lesiones adjunto, presentó una denuncia por agresión en la comisaría de la Policía Municipal.
Agentes de la Policía Local y la Ertzaintza, que cuentan con un punto conjunto y fijo en las inmediaciones de la base sanitaria, observaron la escena desde la distancia y se acercaron. Los agentes identificaron al presunto agresor, que siguió gritando y pidió a sus amigos que grabaran el momento con los teléfonos móviles. Finalmente, fue detenido.
Menos de una hora después, a las 02.55 horas, se reproducía un nuevo episodio violento, esta vez contra una patrulla de la Policía local. Una unidad de los «Iker», (nombre que se da a los Agentes de la Policía Local de Bilbao que prestan servicio de paisano para pasar desapercibidos), fue requerida porque dos individuos estaban causando molestias junto a la zona de txosnas de El Arenal (zona más concurrida de las fiestas).
Los policías fueron a identificar a los alborotadores y uno de ellos le pegó un tortazo a un agente y el otro amenazó con una botella rota a su compañero. Ambos fueron reducidos y arrestados por un delito de atentado a agentes de la autoridad, según confirmaron desde el Ayuntamiento. Además, aunque no ha trascendido hasta ahora, la primera noche de fiestas, el pasado sábado, un individuo rompió la nariz a un policía local de paisano que acudía en apoyo de sus compañeros en el recinto festivo.
Declaraciones del alcalde
El alcalde de Bilbao Juan Mari Aburto, ha reiterado en los últimos días la petición de «respeto» hacia la Policía Local: «En un estado democrático es importante que esté legitimada para actuar. Si no reaccionamos a esa pérdida de autoridad, estamos poniendo en riesgo nuestro mantenimiento como sociedad». Aburto reconoce que los uniformados no acceden al recinto festivo, salvo casos graves, para evitar males mayores y «no generar un problema mayor al que intentamos evitar».
Bingen Zupiria consejero de Seguridad, también se pronunció esta misma línea, que amplió en sus declaraciones, la pérdida del principio de autoridad en general y en estas fechas además de a la Policía como al ámbito sanitario y de los conductores de autobús, todo ello manifestado en una entrevista en Radio Bilbao. «Hay mucha agresividad» lamentó.
Con respecto a las agresiones, los que también se están pronunciando son los sindicatos policiales como Erne y Esan, que reiteran en pedir que «se pase de las palabras a los hechos». Además de que nunca falte el «apoyo institucional» a los Agentes, reclaman que se les dote de medios.
Concretamente el sindicato Erne, recuerda que lleva solicitando desde hace tiempo «algo tan básico como unas espinilleras» para los agentes de la Unidad Canina, Inspección de Refuerzo Táctico (IRT), de la Policía Local de Bilbao. Además de todo ello, creen que el Consistorio debería personarse como acusación particular en los juicios por agresiones a los agentes, una labor que ahora suelen ejercer los propios sindicatos.
















