La Policía Local de Valencia llevó a cabo una intervención en una vivienda de, donde se localizaron un total de 5.040 latas de bebidas almacenadas en condiciones de insalubridad extrema. Se presume que este material estaba destinado a la venta ilegal en las playas de la ciudad.
La operación se inició tras recibir denuncias vecinales por la actividad irregular y preocupaciones relativas a la salubridad de los productos almacenados. Los agentes observaron movimientos sospechosos de carga y descarga de bebidas en la vía pública, realizados por un hombre que utilizaba un carro y una nevera de corcho blanco para transportar las latas desde un vehículo hasta el interior de un edificio. Al ser requerido por la policía, el hombre mostró nerviosismo y respuestas incoherentes, lo que incrementó las sospechas de los agentes.
Condiciones de insalubridad y decomiso
Desde el exterior del inmueble, los agentes detectaron la presencia de neveras de poliuretano con bebidas. Tras solicitar permiso de entrada, accedieron a la vivienda y constataron la existencia de un almacén improvisado con cajas apiladas de forma desordenada, presencia de insectos y cinco neveras adicionales repletas de bebidas.
En total, se decomisaron 52 paquetes de cerveza (3.648 latas), 44 paquetes de refresco de cola (1.056 latas) y 6 paquetes de refresco de limón (144 latas). Parte de este material se conservó como muestra, y el resto fue destruido para evitar riesgos sanitarios.
El responsable reconoció espontáneamente que vendía las latas de cerveza a 1 euro para personas locales y 1,5 euros para turistas extranjeros, sin disponer de facturas de compra ni autorización para ejercer la actividad. La venta carecía de garantías higiénico-sanitarias y había sido objeto de denuncias previas por parte del vecindario.
La intervención fue comunicada a las marcas afectadas, que podrían iniciar acciones legales. Además, el caso fue trasladado al área de Sanidad del Ayuntamiento de Valencia para valorar posibles responsabilidades administrativas o penales.
Las autoridades destacan que este tipo de operativos son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria y proteger a las personas consumidoras frente a productos que no cumplen la normativa sanitaria.
















