La Policía Local alerta del aumento de este tipo de armas prohibidas entre la juventud. La Policía Local de Cangas (municipio de más de 26.000 habitantes de la provincia de Pontevedra) se incautó el domingo pasado por la noche, de una pistola eléctrica tipo taser en poder de un joven que se encontraba en una terraza junto a varios amigos. El joven, que no tenía antecedentes ni era considerado peligroso, fue denunciado ante la Subdelegación del Gobierno y podría enfrentarse a una sanción de hasta 600 euros.
Según la normativa española, las pistolas eléctricas están catalogadas como armas prohibidas para particulares en el Reglamento de Armas (RD 137/1993). Su uso se limita a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y del ejército, previa formación específica.
El jefe de la Policía Local, Ánxo Gallego, explicó que no es la primera incautación de este tipo en el municipio, donde ya se han registrado tres casos en los últimos meses. A su juicio, quienes portan estas armas suelen hacerlo con fines defensivos y no suelen presentar antecedentes violentos.
No obstante, Gallego alertó de que la presencia de pistolas eléctricas entre los jóvenes de Cangas va en aumento. “Son armas muy peligrosas y están totalmente prohibidas”, advirtió, al tiempo que hizo un llamamiento a la juventud para que no las adquiera ni las utilice.
Aunque hasta ahora no se ha denunciado ningún caso en el que se haya empleado una taser contra otra persona, la Policía Local intensificará los controles para frenar la proliferación de estas armas en el municipio.
