El pasado fin de semana se produjo un “asedio” policial a un local nocturno de Vigo, donde se atrincheraron varios clientes de fiesta. Aguantaron su encierro voluntario hasta la media mañana del día siguiente, cuando abrieron el local y les esperaba la policía en el exterior. La actuación policial despertó la curiosidad de los vecinos de la zona del Arenal, donde se concentran los locales de copas de la ciudad olívica. Hasta cuatro patrullas de la Policía Local de Vigo permanecieron alerta y estáticos durante toda la mañana delante de uno de estos locales.
La intervención se desencadenó después de que un vecino llamase al 092, pasadas las nueve de la mañana, denunciando que aún seguía escuchándose música en el local. Cuando llegó al lugar la primera patrulla policial se encontró con las puertas cerradas, pero aún se escuchaba música en el interior, por lo que procedieron a llamar a la puerta sin obtener respuesta.
Tras reiterar insistentemente las llamadas para que abriesen la puerta del local, sin resultado, se dispuso una permanencia policial en la calle vigilando la puerta de entrada y de salida de emergencia, a la espera de que las personas que se encontrasen en el interior, antes o después, salieran del local.
El dispositivo dio resultado, pues sobre la una y cuarenta horas de la tarde, una persona salió del interior, momento que aprovecharon los agentes para identificarla y acceder al local, donde seguía funcionando la música y se encontraron un total de once personas jóvenes consumiendo bebidas, entre ellas el responsable del local.
Este alega que se trataba de un tema privado, de él como responsable del local y unos amigos suyos, pero esta disculpa no es válida ni ajustada a la legalidad pues eso también es ejercer la actividad del local, y por lo tanto los agentes procedieron a formular las denuncias oportunas.
Además de la infracción por el exceso de horario de funcionamiento del local, se inspeccionó el lugar y se tramitaron otras por tener bloqueada la puerta de salida de emergencia, un extintor caducado, y por tener una cámara de vigilancia sin dar de alta en la agencia de protección de datos. También en la inspección se detectaron la tenencia de hachís en alguna persona que fue denunciada por ello, restos de papelinas de supuestamente cocaína por el suelo, y varias denuncias por desobediencia a los agentes.
Según varios vecinos, no es infrecuente que este local se exceda del horario de apertura hasta altas horas de la madrugada o incluso en alguna ocasión hasta la mañana, como ha ocurrido esta vez. Alguno también mostró su satisfacción por la actuación policial.