La Jefatura de la Policía Local de Albacete sigue siendo ocupada por tres inspectores —Luciano Rosillo Gómez, Mario Adolfo Rubio Lara y Diego Ángel López— que rotan en el cargo cada tres meses desde el verano del año pasado. Esta fórmula, que se mantiene por resolución administrativa, ha sido prorrogada recientemente, permitiendo que Mario Rubio continúe como inspector jefe hasta el 15 de noviembre y, a partir del 16, tome el relevo Diego Ángel López.
Sin embargo, este sistema de rotación plantea serias dudas sobre su legalidad y transparencia. La legislación vigente sobre el acceso y provisión de las jefaturas en cuerpos de Policía Local exige que estos cargos sean cubiertos mediante los procedimientos establecidos en la normativa estatal y autonómica y, en todo caso, de forma que se garantice el necesario principio de jerarquía, así como la igualdad de oportunidades, la publicidad y la concurrencia. El hecho de que la dirección de la Policía Local se mantenga bajo un modelo provisional y rotatorio durante más de un año podría interpretarse como una vulneración de estos principios, además de generar inseguridad jurídica tanto para los propios inspectores como para el resto de la plantilla.
Por otro lado, aunque el último Pleno del Ayuntamiento de Albacete ha aprobado la creación de una plaza de intendente y la Oferta Pública de Empleo (OPE) incluye dos plazas adicionales, la convocatoria de estos puestos sigue sin materializarse. Mientras tanto, la estructura directiva de la Policía Local permanece en una situación de interinidad que puede afectar negativamente a la gestión, la toma de decisiones y la profesionalización del cuerpo policial.
Resulta preocupante que, en lugar de acelerar el proceso de selección y nombramiento definitivo, se opte por mantener un sistema que no parece ajustarse plenamente a los principios de legalidad y transparencia que deben regir la administración pública. La prolongación de esta situación podría incluso abrir la puerta a posibles impugnaciones legales y a la desconfianza ciudadana respecto a la gestión municipal.
En definitiva, la Jefatura de la Policía Local de Albacete no necesita de parches, sino de una solución definitiva y ajustada a la normativa, que permita estabilizar la estructura directiva y refuerce la confianza en las instituciones.
