El pasado 3 de septiembre, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció en una rueda de prensa que la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene previsto implementar en España, a partir del próximo año, una nueva generación de dispositivos de control de velocidad: los radares móviles instalados sobre ruedas. Esta iniciativa tiene como objetivo reforzar la vigilancia en tramos considerados de riesgo, tanto en autopistas como en carreteras secundarias, así como en zonas de obra donde la seguridad vial es especialmente delicada.
La decisión de introducir estos nuevos radares se produce como respuesta directa a los preocupantes datos de siniestralidad registrados durante el verano de 2025. El principal objetivo de la medida es reducir el número de accidentes y aumentar la protección tanto de los conductores como de los trabajadores en las áreas donde se están llevando a cabo obras de mantenimiento o reparación.
Estos dispositivos, conocidos como radares sobre ruedas, destacan por su diseño montado sobre ruedas, lo que les permite desplazarse fácilmente a distintos puntos críticos de la red viaria. Según explicó el ministro Marlaska, estos equipos pueden instalarse en tramos específicos de carretera, especialmente aquellos de dos o tres kilómetros de longitud donde se realizan trabajos de mantenimiento o reparación, y donde se requiere un control especial de la velocidad.
La flexibilidad de estos radares móviles representa una clara ventaja frente a los radares fijos tradicionales. Gracias a su capacidad de movimiento, pueden colocarse exactamente en los lugares donde la DGT determine que existe un mayor riesgo o una necesidad particular de vigilancia. Esta característica permite que la respuesta ante los peligros en la carretera sea dinámica y adaptada a las circunstancias cambiantes.
Aunque esta tecnología resulta novedosa en España, no lo es en el contexto europeo. Francia, por ejemplo, lleva años utilizando este tipo de radares, contando con más de un centenar de unidades en funcionamiento. Para conocer en profundidad el funcionamiento y la eficacia de estos dispositivos, el director general de Tráfico español, Pepe Navarro, tiene previsto viajar próximamente al país vecino antes de proceder a la implantación directa de los radares móviles sobre ruedas en España.
