Este programa de Policía Comunitaria fue puesto en funcionamiento por primera vez en España en la primera década de los años 2.000 por la Policía Local de Fuenlabrada (Madrid), con la denominación de “Mayores acompañados”. En Castilleja de la Cuesta (Sevilla) un municipio de 18,000 habitantes, ya cumple 10 años de existencia, y se dirige tanto a personas que viven solas todo el año como a quienes prefieren quedarse en casa mientras su familia sale de vacaciones. Es una iniciativa conjunta entre la Policía Local y la Delegación de Bienestar Social del Ayuntamiento y requiere una solicitud previa a través de los Servicios Sociales.
La dinámica es sencilla: la Policía realiza llamadas y visitas periódicas a los domicilios, ofreciendo consejos prácticos para afrontar el calor, recordando los números de emergencia y reforzando la seguridad del hogar. Además, se verifica el estado de salud y el cumplimiento de recomendaciones básicas sobre hidratación, nutrición y protección ante robos o estafas.
Manuela, una de las beneficiarias del programa expresa que, aunque la visita no implica largas charlas, la compañía de los agentes agente es valiosa: “No tienen tiempo para darnos mucha charla, pero nos hacen compañía un buen rato”, señala. Bromea acerca de la percepción de sus vecinos al ver al policía entrar en casa durante el verano, definiendo la iniciativa como “un alivio”. Su soledad es elegida, pero reconoce que este apoyo es fundamental.
El papel de la Policía Local
Miguel Ángel Hidalgo, jefe de la Policía Local, destaca que el trabajo policial va más allá de la vigilancia y las sanciones: “Es importante acompañar, escuchar y cuidar a quienes más lo necesitan.” Las visitas cumplen una doble función: ofrecer consejos sobre seguridad y protección ante el calor, y proporcionar compañía, lo cual resulta tan relevante como cualquier medida preventiva. Además, refuerzan la imagen de la Policía como un servicio cercano y humano.
El modelo de policía de proximidad o comunitaria, basado en estar presente en la calle y al lado de la comunidad, busca demostrar que la Policía Local es un servicio público de confianza. Hidalgo reconoce que no siempre la figura policial se percibe de manera positiva, sobre todo en su faceta sancionadora, pero insiste en su papel de cuidado vecinal.
















