En una fracción de segundo se decide todo. Y la noche del pasado miércoles, en el paseo de Santiago de la Ribera, una patrulla de la Policía Local de San Javier lo demostró con coraje, sangre fría y conocimientos impecables. Eran alrededor de las 21:30 horas cuando una alerta vecinal puso en marcha lo que sería una intervención que marcó la diferencia entre la vida y la muerte. Una mujer yacía en la arena, sin poder respirar. Varios testigos señalaron a los agentes que podría estar sufriendo un atragantamiento.
En ese instante, sin margen para dudas ni titubeos, los agentes actuaron. Le practicaron la maniobra de Heimlich con destreza y eficacia. Gracias a su intervención inmediata, la víctima logró recuperar la respiración antes de ser atendida por los servicios sanitarios. Una vida salvada gracias a una formación constante, vocación de servicio y temple ante la emergencia.
¿Qué es la Maniobra de Heimlich?
La maniobra de Heimlich es un procedimiento de primeros auxilios utilizado para salvar vidas cuando una persona está sufriendo una obstrucción de las vías respiratorias, comúnmente causada por alimentos o pequeños objetos. Esta técnica consiste en una serie de compresiones abdominales rápidas justo por debajo del diafragma, con el objetivo de generar presión suficiente para expulsar el objeto bloqueante. Es sencilla, rápida y puede salvar vidas. Su conocimiento no debe estar limitado a profesionales sanitarios o fuerzas de seguridad. Toda la ciudadanía debería tener nociones básicas de esta maniobra, y por ello se recomienda acudir a talleres municipales, Cruz Roja, Protección Civil o centros de formación certificados en primeros auxilios.
Coraje, formación y servicio público
Desde el Ayuntamiento de San Javier y la Concejalía de Policía, se ha reconocido públicamente la intervención destacada de esta patrulla, subrayando el orgullo institucional por contar con agentes que no solo están preparados técnicamente, sino también emocionalmente para intervenir con firmeza en momentos críticos. El patrullaje a pie no solo busca prevenir delitos o garantizar la convivencia. Es una labor de proximidad, de ojos atentos, de respuestas inmediatas. Episodios como este, aunque no siempre trascienden, ocurren más de lo que se cree, especialmente en época estival, donde las aglomeraciones, las comidas rápidas en espacios públicos y el calor aumentan el riesgo de incidentes como los atragantamientos.
Gracias a estos agentes de la Policía Local de San Javier, una vida sigue adelante. Y gracias a su ejemplo, una comunidad entera se siente más segura.
















