La Policía Local de Mijas está viviendo una situación de un intenso conflicto laboral. El Sindicato Independiente de Policía de Andalucía (SIP-AN) acusa al concejal de Seguridad de haber abandonado sus funciones durante los últimos 18 meses, señalando que su gestión no sólo es inexistente, sino que ha provocado un grave deterioro del Servicio de Policía Local y ha generalizado el malestar entre los agentes.
Falta de recursos, medios caducados y desinterés institucional
Mientras que el Ayuntamiento alardea en los medios de comunicación de “sus logros” en el control de la delincuencia, la representación sindical de la plantilla denuncia la falta de armas Táser (actualmente solo hay una operativa), los chalecos antibalas están “caducados”, el ascensor no funciona por lo que resulta imposible el acceso de personas con movilidad reducida a las dependencias de la Policía Local, hay carencia de agua caliente en las dependencias y la climatización es inexistente y falta un reglamento actualizado que regule la segunda actividad de los agentes.
También se expone que ni siquiera existe un sistema informático moderno en la Central de Comunicaciones, que funciona con programas con una antigüedad de más de 15 años.
La bolsa de horas extras se gestiona sin transparencia y el sindicato añade que se ha incumplido la convocatoria de elecciones en la Junta de Personal, a pesar de existir una sentencia firme de los juzgados favorable desde hace más de 6 meses, lo que califican como un grave perjuicio para los derechos democráticos del funcionariado.
Expedientes disciplinarios “a la carta”
Uno de los aspectos más graves denunciados por el sindicato SIP-AN es la apertura de expedientes disciplinarios “a la carta”, utilizados de forma arbitraria según quién sea el agente afectado, y no por hechos objetivamente valorados.
Esta práctica genera un grave deterioro en la salud física y mental de los policías locales, que afrontan procesos prolongados, injustos y con fuerte carga emocional, afectando tanto su bienestar como su operatividad profesional.
Muchos de estos expedientes terminan en los juzgados, y es ahí donde el Ayuntamiento de Mijas incurre en una actitud claramente obstruccionista, al no remitir la documentación solicitada en tiempo y forma, o haciéndolo de manera incompleta. Esta falta de colaboración no solo entorpece la defensa jurídica de los agentes, sino que prolonga innecesariamente la resolución de los procesos, alargando su sufrimiento y profundizando el daño físico, psicológico y moral sobre quienes solo buscan justicia y dignidad en el ejercicio de su función pública.
La valoración final del SIP-AN no deja lugar a dudas: la gestión del concejal merece un “cero”. Más aún, señalan que el deterioro del servicio no sólo afecta a los agentes, sino que ya repercute gravemente en la seguridad y en la calidad del servicio que recibe la ciudadanía de Mijas.
“La consecuencia es clara”, concluye la información sindical: grave perjuicio a Mijas y a sus trabajadores municipales. Y es que, “aunque algunos intenten maquillar la realidad con cifras positivas, lo que late tras la puerta de la jefatura es desmotivación, la precariedad y el abandono institucional”.