«Ya no es algo localizado en tal o cual punto, sino algo extendido… en el centro y en la periferia, no hay espacio urbano ni bien, público o privado, que se libre. Llegados a este momento, Logroño tiene un grave problema, y así lo reconocemos desde el Ayuntamiento; de ahí que pongamos en marcha este paquete de medidas». Así se ha expresado este jueves el concejal de Interior, Francisco Iglesias, quien acompañado por el de Medio Ambiente, Jesús López, ha anunciado que la ciudad pondrá en marcha de forma inmediata un plan antigrafitis: Tenemos que intensificar la vigilancia ante la proliferación, el desmán y esa sensación de impunidad que parece estar calando», ha sentenciado.
El municipio ya ha iniciado una campaña de control, además de limpieza, en las vías públicas de la ciudad que se prolongará durante los próximos tres meses. Una campaña donde una brigada policial antigrafitis equipada con medios tecnológicos y las sanciones de hasta 600 euros que contempla la actual ordenanza cívica serán las principales herramientas.
«No es Banksy lo que tenemos aquí, desde luego, porque aquí de lo que hablamos es de degradación por degradar», ha apostillado en el lugar elegido para la presentación, los pasajes de la calle Cantabria, «pintarrajeados» por completo. La capital de La Rioja, por ello, al menos quiere intentarlo (como ya ha hecho recientemente para controlar el uso correcto de los vehículos de movilidad personal -VMP- y bicicletas y la tenencia responsable de animales de compañía).
«Se va a reforzar el control de las zonas más afectadas mediante patrullajes intensivos y vigilancias con agentes de paisano», ha explicado Iglesias, precisando que «la Policía Local extenderá su actividad inspectora durante los turnos de trabajo de mañana, tarde y noche, con equipos formados por agentes de paisano (un oficial y dos policías, apoyados por una patrulla uniformada) dotados de cámaras de fotografía y vídeo». Haciendo especial incidencia en las zonas concretas que normalmente se ven más afectadas y los puntos más conflictivos a fin de «erradicar y corregir la proliferación de pintadas ilegales que afectan a la imagen urbana y generan importantes costes de limpieza para vecinos y comercios».
«Los agentes que detecten la realización de grafitis o actuaciones ilegales similares que deslucen los espacios públicos impondrán las sanciones oportunas por infracción de la ordenanza municipal de fomento de la convivencia ciudadana, que contempla multas de hasta 600 euros», ha recordado el edil, dejando abierta la posibilidad de que en el caso de que se registren infracciones reiteradas se considerará la puesta del individuo a disposición judicial (en una fórmula que aún deberá ser determinada junto a otras autoridades, si bien se recuerda que en algunos casos, dependiendo de si es un monumento o según el valor de los daños, esta acción puede ser considerada un delito).
«La incidencia de grafitis en la ciudad se da, especialmente, en el Casco Antiguo, en persianas de comercios y en tapias y otros espacios en los extrarradios, aunque en términos generales, se producen en cualquier zona de la ciudad», han expuesto, apuntando a un perfil joven del ‘grafitero’, en algunos casos menor de edad. En lo que llevamos de año, «la Policía Local ha efectuado dos denuncias por la realización de grafitis, mientras que durante los años anteriores se llevaron a cabo 39, en 2024, y 17 en 2023», ha cuantificado el edil.
Cámaras de seguridad con un sistema de IA para identificar a los autores de actos vandálicos
Con el objetivo de reforzar la vigilancia y el seguimiento, a final de año se instalarán cámaras de seguridad en determinadas zonas (ya las hay en el parque Felipe VI, en concreto en la ‘colina’ que cubre las estaciones) con un sistema de Inteligencia Artificial (IA) para identificar a los autores de estos actos vandálicos. Un viejo proyecto con el que se espera prevenir el vandalismo en general.
Además, la campaña contempla la coordinación con los servicios municipales de limpieza de grafitis ilegales. En ese sentido, Jesús López ha avanzado que «se va a reforzar la limpieza de aquellos grafitis y pintadas factibles de ser retirados con los medios más apropiados», teniendo en cuenta que no es sencillo, ni barato, hacerlo en determinadas superficies sin riesgo o sin daños (pinturas, cristales, puertas metálicas o cuadros eléctricos)«.
El concejal ha valorado que el coste de la limpieza de pintadas y grafitis en diferentes soportes puede alcanzar los 150.000 euros al año, cuantía que está integrada en las tareas cotidianas de limpieza del servicio que desarrolla la UTE Logroño Limpio. Respecto a los datos de pintadas y grafitis retirados, la evolución ha sido de 721 en 2022, 701 en 2023, 1.202 en 2024 y 227 en lo que llevamos de año.