La Policía Local de Salamanca ha incorporado a su organigrama dos nuevos mandos de mayor en prácticas, tras superar el proceso de promoción interna convocado en septiembre del año pasado. Con estas incorporaciones, se culmina el modelo organizativo diseñado por el Ayuntamiento, que establece una dirección repartida entre cuatro mayores, cada uno con competencias específicas.
Este sistema de jefatura escalonada se puso en marcha para garantizar mayor estabilidad operativa, especialización y capacidad de respuesta en un cuerpo que en los últimos años ha vivido varios cambios internos. Dos de esos mandos ya estaban en activo desde 2023. Ahora, con los dos nuevos nombramientos, el diseño planteado desde el área de Seguridad Ciudadana queda oficialmente cerrado.
Los nuevos mayores han accedido a través de un concurso-oposición restringido al personal de la propia plantilla. Solo se presentaron dos agentes, los únicos aspirantes, que ambos han superado pruebas físicas, psicotécnicas, valoración de méritos, trayectoria profesional y una defensa oral ante tribunal de un proyecto estratégico para el cuerpo.
A partir de ahora, ejercerán como mayores en prácticas antes de asumir plenamente sus nuevas responsabilidades. Cada uno de los cuatro mandos asume una función distinta, lo que permite una gestión más técnica, repartida y eficaz: desde la operativa diaria y la organización de servicios hasta la movilidad urbana, los expedientes administrativos o el desarrollo de nuevas estrategias de coordinación.
Con esta reorganización, se refuerza una estructura interna que busca profesionalizar la gestión policial y adaptarla a las nuevas necesidades de una ciudad en constante evolución.
Al apostar por mandos internos -con años de servicio en Salamanca- se pretende además consolidar una dirección cercana, conocedora del funcionamiento real del cuerpo, y capaz de tomar decisiones desde la experiencia.