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¿La mascota en transportín o con arnés? El experto despeja las dudas

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Seguridad vial
En SeguCITY Digital hemos querido resolver una de las dudas más habituales en materia de seguridad vial: ¿cómo debemos viajar con nuestras mascotas para garantizar tanto su protección como la del resto de ocupantes del vehículo? Para ello hemos conversado con Sergio Gascó Gómez, bombero del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia e instructor especializado en rescates en accidentes de tráfico.

Además de su labor en primera línea de emergencias, Sergio dedica parte de su trayectoria profesional al diseño y prueba de sistemas de seguridad para mascotas, combinando su experiencia en siniestros reales con el desarrollo de soluciones prácticas y efectivas. Su faceta divulgadora le ha llevado a distintos medios y espacios, donde busca concienciar sobre la importancia de viajar con los animales de forma responsable y segura.

Sergio Gascó Gómez no solo es un referente en materia de seguridad vial, sino también un profesional de élite que ha sido distinguido en 2018 y 2022 como integrante del mejor equipo técnico del mundo en rescates de accidentes de tráfico. Su trayectoria, marcada por la excelencia y el prestigio a nivel nacional e internacional, lo sitúa como una voz autorizada y altamente respetada en este ámbito.

SD: ¿Qué normativa específica en España regula el transporte de animales en vehículos, y en qué medida la falta de sujeción se considera infracción?

En España no existe todavía una normativa específica que regule de manera detallada cómo deben viajar las mascotas en los vehículos, pero sí hay artículos dentro del Reglamento General de Circulación y de la Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial que hacen referencia a esta obligación. Así, el artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación establece que el conductor debe mantener en todo momento su libertad de movimientos, el campo de visión y la atención permanente a la conducción, velando además porque los pasajeros y los objetos —incluidos los animales— estén colocados de forma adecuada para evitar cualquier interferencia. Esta misma idea se refuerza en el artículo 13.2 de la Ley de Tráfico, que señala la importancia de que tanto conductor como pasajeros mantengan la posición correcta y que los objetos o mascotas no interfieran en el control del vehículo.

A lo anterior se suma la Ley de Bienestar Animal, que incide en la responsabilidad de garantizar el traslado seguro de los animales, aunque sin especificar de manera técnica el tipo de sistemas de retención que deben usarse. En cuanto a la infracción, la clave está en la posibilidad de que la mascota interfiera en la conducción. Es decir, no se sanciona por el tipo o la eficacia del sistema de retención en caso de accidente, sino por el hecho de que el animal pueda moverse libremente dentro del habitáculo hasta el punto de comprometer la seguridad del conductor o del resto de ocupantes.

SD: ¿Cuáles son los principales riesgos para el animal y para los ocupantes en caso de choque o frenazo brusco sin sujeción adecuada?

El riesgo más importante para una mascota que viaja sin sujeción en un vehículo es la proyección. En caso de un frenazo brusco o un choque, el animal puede salir despedido con gran violencia, lo que a su vez implica otros peligros asociados: el impacto directo contra superficies del coche o contra los propios ocupantes, la deceleración brusca que puede provocar lesiones internas graves y, en los casos más extremos, el atropello si el animal llega a salir despedido al exterior del vehículo.

Pero no solo la mascota se ve comprometida: los ocupantes del coche también están expuestos. Dependiendo del peso del animal, la aceleración sufrida y el lugar que ocupen dentro del vehículo en relación al tipo de accidente, una mascota sin sujeción adecuada puede convertirse en un verdadero proyectil. Esto significa que, además de sus propias lesiones, el animal puede provocar golpes de gran intensidad sobre los pasajeros, con consecuencias que varían desde lesiones leves hasta daños de consideración.

En definitiva, la falta de sistemas de retención no solo compromete la integridad del animal, sino que también incrementa de forma significativa el riesgo de lesiones adicionales para el resto de personas a bordo.

SD: ¿Cómo influye el tamaño del animal (pequeño, mediano o grande) en la elección del sistema de sujeción más seguro y cómodo?

El tamaño del animal es un factor determinante tanto en la elección del sistema de sujeción como en la ubicación más adecuada dentro del vehículo. No es lo mismo garantizar la seguridad de un perro pequeño que la de un perro de gran tamaño, y por ello las recomendaciones varían de manera significativa.

En el caso de los perros pequeños, lo fundamental es optar por sistemas que contengan completamente el cuerpo del animal, ya que su reducido peso y fragilidad hacen que los arneses no resulten una opción segura. La recomendación más adecuada para ellos es el uso de transportines, que proporcionan mayor estabilidad y protección ante movimientos bruscos o impactos.

Por el contrario, cuando hablamos de perros de razas gigantes, las consideraciones cambian. Estos animales no deberían viajar en las plazas traseras, ya que su tamaño puede generar una interacción peligrosa con el conductor y, además, es complicado encontrar un sistema de retención eficaz que se adapte correctamente a esa zona del vehículo. En estos casos, se deben buscar alternativas que garanticen tanto la seguridad del animal como la del resto de los ocupantes.

En resumen, el tamaño condiciona directamente las opciones disponibles, y una elección inadecuada no solo compromete el bienestar de la mascota, sino también la seguridad vial en general.

SD: ¿Qué efectos tiene (físicos, emocionales) viajar sujeto versus viajar suelto para una mascota?

En el ámbito físico, algunos perros presentan una tendencia a marearse durante los viajes debido a los movimientos del vehículo. En estos casos, contar con un sistema de retención adecuado puede resultar muy beneficioso, ya que limita los desplazamientos bruscos y aporta una mayor sensación de estabilidad al animal. De esta manera, no solo se protege su integridad en caso de accidente, sino que también se reducen las molestias asociadas al mareo, haciendo que el trayecto sea más llevadero.

En el plano emocional, la diferencia entre viajar sujeto o suelto también es relevante. La contención física que ofrece un buen sistema de sujeción puede transmitir al animal una mayor seguridad, evitando situaciones de ansiedad provocadas por movimientos inesperados. En cambio, viajar suelto puede generar inquietud, nerviosismo o conductas erráticas, que no solo afectan al bienestar de la mascota, sino que además aumentan el riesgo de interferir en la conducción.

En definitiva, un sistema de retención no solo protege al perro en caso de accidente, sino que también puede mejorar su comodidad física y su estabilidad emocional durante el viaje.

SD: ¿Qué tipos de sistemas de retención están disponibles y recomendados según su eficacia y homologación?

En la actualidad, uno de los principales problemas a la hora de hablar de seguridad vial para mascotas es la falta de una homologación oficial en España para los sistemas de retención diseñados específicamente para su transporte en carretera. Esto significa que no existe todavía una normativa que regule de manera estandarizada cuáles son los dispositivos más seguros.

Ante esta situación, la recomendación más fiable es optar por aquellos productos que hayan sido sometidos a pruebas en laboratorios de impacto y que cuenten con resultados favorables en esos ensayos. Estos test permiten comprobar de forma objetiva la eficacia de cada sistema en condiciones similares a las de un accidente real.

Entre las opciones disponibles en el mercado, destacan principalmente los arneses y los transportines, fabricados en diferentes formas y materiales. La elección entre uno u otro dependerá del tamaño del animal y de las circunstancias del viaje, siempre con el criterio de que el dispositivo haya demostrado su capacidad de proteger tanto a la mascota como al resto de los ocupantes.

En conclusión, aunque la homologación específica aún no existe, la clave está en priorizar sistemas de retención con resultados avalados en pruebas de impacto, evitando recurrir a productos cuya eficacia no esté contrastada.

SD: ¿Qué criterios deben cumplir (certificaciones, crash tests, normas europeas) estos sistemas para ser considerados seguros?

La seguridad de los sistemas de retención para mascotas se evalúa en laboratorios de impacto, tomando como referencia las mismas pruebas aplicadas a los sistemas de retención infantil, bajo normativas como la ECE R44/04 y la R129. Estos ensayos se centran sobre todo en impactos frontales, aunque también pueden incluir pruebas de impacto lateral, de vuelco u otras situaciones.

Si bien estas pruebas no están todavía estandarizadas para animales, sí representan un valor añadido: cuanto mayor sea la variedad de ensayos a la que se someta un producto, más información real se obtiene sobre su eficacia y seguridad.

SD: ¿Hay dispositivos aprobados o recomendados por la DGT o laboratorios independientes?

En la actualidad, en el mercado existen diferentes sistemas de retención que cumplen con las normativas de seguridad vigentes y que, por tanto, ofrecen garantías suficientes para su uso. Estos dispositivos no solo han pasado las pruebas técnicas correspondientes, sino que también cuentan con la aprobación de laboratorios independientes, lo que refuerza su fiabilidad. La Dirección General de Tráfico (DGT) ya ha comenzado a recomendar de manera explícita la utilización de este tipo de productos, subrayando la importancia de optar siempre por soluciones que estén debidamente certificadas y que garanticen un mayor nivel de protección para los usuarios.

SD: ¿Qué criterios o estándares debería buscar un consumidor al adquirir un sistema de sujeción para su mascota?

Cuando un propietario de mascota se plantea cómo garantizar la seguridad durante los desplazamientos, el primer paso es informarse a fondo sobre qué tipo de sistemas de sujeción resultan más adecuados para su caso particular. No todos los animales ni todos los vehículos requieren la misma solución: influyen factores como el tamaño del perro, el número de plazas disponibles, el tipo de coche o incluso si viajan bebés u otros pasajeros en el mismo espacio. Una vez identificadas las opciones más convenientes, lo recomendable es decantarse por una marca y un modelo que acrediten de forma clara haber superado las pruebas de seguridad correspondientes. Solo así se puede tener la certeza de que el dispositivo cumple su función protectora y ofrece las máximas garantías en caso de accidente.

SD: ¿Es más seguro o práctico un transportín en el suelo trasero o un arnés doble anclaje? Ventajas e inconvenientes de cada uno.

El uso de un transportín en el suelo trasero puede ser una medida segura, pero está condicionado por múltiples factores. Aspectos como el tipo de asiento, la altura entre el suelo y la base, el tamaño del perro o incluso la presencia de sistemas diseñados para proteger al ocupante delantero influyen directamente en su eficacia. Cuando todas estas condiciones son favorables, el transportín puede resultar efectivo en diferentes tipos de accidentes. Sin embargo, si alguno de estos elementos falla, los riesgos aumentan hasta un punto que no resulta asumible, sobre todo teniendo en cuenta que existen métodos más fiables.

En cuanto al arnés denominado de “doble anclaje”, no se puede considerar una garantía de seguridad por sí mismo. De hecho, se han comprobado casos de arneses de un solo anclaje que resisten adecuadamente un impacto, mientras que otros de doble anclaje se rompen con un simple frenazo. Aunque esta categoría aparece en las recomendaciones actuales de la DGT, se encuentra en proceso de revisión. En realidad, la única diferencia relevante es si el arnés ha superado o no las pruebas de laboratorio que certifican su eficacia, más allá del número de anclajes que incorpore.

SD: ¿Recomiendas realizar campañas de educación pública sobre este tema? ¿Qué datos objetivos o testimonios serían más impactantes?

La seguridad en el transporte de mascotas es un tema en pleno crecimiento, pero aún requiere una mayor difusión para alcanzar el nivel de concienciación que, por ejemplo, tiene hoy en día el uso del cinturón de seguridad. Para ello serían necesarias numerosas campañas que lograran calar en la sociedad y transmitir un mensaje claro y directo.

En opinión del experto, estas campañas deberían mostrar de forma contundente las consecuencias de la falta de previsión, aunque sin recurrir a imágenes desagradables. Se trataría de evidenciar los riesgos de manera realista, pero también cercana, alternando esas escenas con imágenes de la vida cotidiana del perro. De este modo, los dueños podrían sentirse identificados y comprender mejor la importancia de proteger a sus mascotas en cada desplazamiento.

SD: ¿Cuáles son los errores más comunes que observas en los conductores al transportar mascotas?

Uno de los errores más frecuentes que se observan a diario es el uso de sistemas cuya función real no va más allá de evitar una sanción. Muchos conductores creen, de manera equivocada, que con estos dispositivos están garantizando la seguridad de su mascota, cuando en realidad solo generan una falsa sensación de protección. Erradicar esta creencia es fundamental para avanzar en la concienciación.

Otro fallo habitual es llevar al perro suelto en el maletero, una práctica que, en caso de accidente, puede tener consecuencias fatales tanto para el animal como para los ocupantes del vehículo. La realidad es que no existe ninguna parte del coche en la que resulte recomendable prescindir de un sistema de sujeción. La seguridad del animal —y de todos los que viajan con él— depende siempre de que el perro quede correctamente asegurado al vehículo.

SD: ¿Qué consejos prácticos darías a los dueños antes de un viaje largo (ej. pausas, hidratación, adaptación, consulta veterinaria)?

El consejo más importante antes de emprender un viaje largo con una mascota es no ponerse en marcha hasta tener la certeza de que todos los ocupantes del vehículo —humanos y animales— viajan correctamente sujetos. Esa es la base sobre la que debe construirse cualquier desplazamiento seguro.

Una vez garantizado este aspecto, el resto de recomendaciones son sencillas pero igual de necesarias: mantener una temperatura adecuada en el interior del coche, realizar paradas regulares para que el animal pueda estirarse y descansar, y velar por su comodidad en todo momento. Cumpliendo con estas pautas, el trayecto puede convertirse en una experiencia agradable para todos los pasajeros, sin importar la distancia a recorrer.

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