Estremece el constante goteo de noticias de este tipo. Mujeres que de manera cruel, incluso sádica, son objeto de humillaciones, vejaciones, agresiones y en el más límite de los casos la muerte. ¿Qué educación, qué formación, qué aprendizaje perverso, hace que determinados hombres nieguen el inalienable derecho a las más absoluta, la más estricta igualdad de derechos de las mujeres?
Algo no estamos haciendo bien en nuestras sociedades. Se siguen aprobando y aplicando constantemente normas nuevas, medidas incluso innovadoras, pero desgraciadamente se siguen maltratando mujeres, se sigue asesinando a mujeres y a niños. Está claro que algo no funciona, que algo no va bien.
Entre las medidas para poder solucionar este atroz problema, los diferentes proyectos de concienciación de la igualdad entre hombres y mujeres, desde la formación, desde las escuelas, para que desde muy jóvenes graben en sus yos más íntimos esa absoluta igualdad, son sin duda proyectos que pueden tener un interesante recorrido. Pero ¿se están implementando proyectos de ciclo completo? Creemos que no.
Cierto que en ese campo resultan de gran interés y son muy loables, las actuaciones que desde muchas plantillas de Policía Local se llevan a cabo en Institutos, con charlas a los jóvenes que están orientadas por un lado a recordar el pleno derecho a la igualdad de todos, y de otro a informar a las chicas sobre diferentes y sutiles modos de acoso que, por muy simulados que sean, no dejan de ser flagrantes maneras de someterlas a la “autoridad” del varón.
Pero se echa en falta un programa general y centralizado que, desde los institutos y la universidad, forme a chicos y chicas, en igualdad.