Eurípides Triano Muñoz, experto en Educación Vial. Responsable del Área Educativa de la Policía Local de Priego de Córdoba: policiayeducacion@gmail.com
Uno de los pilares básicos en el desarrollo integral de la persona es la autonomía personal, aspecto que hay que trabajar de forma progresiva desde la primera infancia y bajo una perspectiva amplia, encontrándose entre ellas la movilidad personal.
El sistema educativo español siendo consciente de este hecho, lo recoge a nivel legislativo en distintos apartados estratégicos, resaltando como más importantes:
- 110.3 de la LOMLOE: “…garantizarán los caminos escolares seguros y promoverán desplazamientos sostenibles en los diferentes ámbitos territoriales, como fuente de experiencia y aprendizaje vital.”
- 6.7 Principios Pedagógicos RD 157/2022 de 1 de marzo: “Se potenciará el aprendizaje significativo que promueva la autonomía y la reflexión”
- 7 n) Objetivos de Etapa RD 157/2022 de 1 de marzo: Desarrollar hábitos cotidianos de movilidad activa, autónoma y saludable, fomentando la educación vial y actitudes de respeto que incidan en la prevención de accidentes.
De entrada, una decidida apuesta por la movilidad autónoma infantil
De esta forma, a nivel teórico nos encontramos una decidida defensa por promover la movilidad autónoma en los menores de edad a través de los caminos escolares y la Educación Vial, como pilar que sustenta el trabajo en el desarrollo integral de la persona.
A nivel policial, los técnicos en educación vial de las Policías Locales, estamos alineados con esta estrategia educativa, ya que el trabajo en movilidad autónoma en los menores de edad va mucho más allá del hecho de realizar el trayecto casa-colegio-casa andando, en bicicleta o en patinete, ya que se configura un modelo de desplazamiento autónomo infantil que tiene una repercusión positiva y directa a nivel social, destacando:
- Menor presión de tráfico en horas puntas en los horarios de entrada y salida de centros educativos y por lo tanto menor probabilidad de siniestralidad vial, menor concentración de contaminación y menor índice de infracciones a la norma que ponen en peligro a viandantes.
- La movilidad autónoma infantil posibilita que el menor conozca el entorno urbano en el que vive, tome consciencia de su propia seguridad y desarrolle su capacidad de percepción y evaluación del riesgo.
- La infancia toma parte activa en primera persona de la vida social, fomentándose la capacidad reflexiva y crítica a nivel social.
- Se crean unos hábitos de movilidad seguros, activos y sostenibles acordes con las necesidades sociales actuales, aumentando las posibilidades que perduren en etapas posteriores de la vida.
También queremos hacer mención a la Asociación Española de Pediatría que expone que el alumnado en situaciones normales, a partir de los 7 años, tiene todas las capacidades para realizar una movilidad escolar autónoma, estableciendo 5 razones básicas para ir caminando al colegio:
1- Aumenta la autoestima y la concentración.
2- Reduce el riesgo cardiovascular.
3- Previene la obesidad.
4- Potencia las relaciones con la comunidad.
5- Mejora el medio ambiente urbano.
De esta forma queda argumentada teóricamente los múltiples beneficios de la movilidad autónoma infantil.
Obstáculos desde los centros escolares… pero solo en Primaria
En contrapartida a estos sólidos argumentos nos encontramos en muchas ocasiones con una importante adversidad, la decisión de muchos centros educativos de no permitir que el alumnado de Primaria haga el trayecto colegio-casa de forma autónoma con una autorización de las familias que exima al centro de responsabilidades civiles. Esto es producto de la interpretación de muchos equipos directivos del ordenamiento jurídico, que establece la responsabilidad de vigilar y cuidar del alumnado por parte de los docentes.
En este sentido, hay que resaltar que el Tribunal Supremo ha declarado que esta responsabilidad debe ser interpretada de forma flexible en relación con los periodos previos y posteriores al horario lectivo.
De esta forma nos encontramos con un conflicto de intereses en los centros docentes, por una parte cumplir con el marco legislativo de la LOMLOE y por otra parte la preocupación de responsabilidades civiles que pueda derivarse de la realización del trayecto colegio-casa de forma autónoma por parte de menores.
Hay que resaltar que esta problemática tan solo se da en la Educación Primaria, ya que en Secundaria, a pesar de seguir siendo el alumnado menor de edad, no existe ningún control ni restricción en este aspecto.
Me he permitido la licencia de realizar un estudio a nivel nacional de la situación práctica en cuanto a los trayectos colegio-casa y autonomía infantil, detectando una gran variedad de situaciones:
▪ Galicia: es la única comunidad autónoma del territorio estatal, cuya consellería de Educación, permite expresamente a las familias autorizar a los centros educativos para que el alumnado de 5º y 6º de Primaria salga sin acompañamiento de adultos, una vez finalizado el horario escolar. A esta norma marcan una excepción: los escolares que participen en los programas de “camiño escolar seguro” o “colecamiños” promovidos por la Administración General del Estado o las Administraciones Locales Gallegas, que podrán salir sin acompañamiento a cualquier edad, previa autorización, en las condiciones establecidas por los distintos programas.
▪ Canarias: máxima restricción, el alumnado de Primaria no podrá salir del centro educativo sin vigilancia de la persona adulta al término del horario lectivo, independientemente de la edad. En Secundaria no hay ningún control, aunque también sean menores de edad.
▪ Resto de Comunidades: Nos encontramos con una gran variedad de opciones, desde centros educativos que no permiten el tipo de salidas que estamos tratando, los centros que hacen sus propias autorizaciones, la organización entre centros educativos para hacer una misma autorización, centros que no controlan la salida de los menores en el tercer ciclo, autorizaciones que tienen el visto bueno del inspector educativo de zona y autorizaciones que están aprobadas en el consejo escolar.
Nos encontramos ante una situación que requiere de su abordaje, que por otro lado no es tarea fácil, al tener las Comunidades Autónomas las competencias en Educación.
Establecer una autorización unificada que de cobertura a la opción familiar para que los menores de edad puedan realizar el trayecto colegio-casa, es una necesidad para promover el crecimiento sano e integral de la persona, facilita la conciliación familiar y nos acerca a los objetivos que fundamentan esta propuesta, además de dar cobertura legal a los centros educativos en cuanto a posibles responsabilidades civiles.
La Xunta de Galicia ya lo está haciendo, la Ley de Responsabilidad Civil es la misma para todo el territorio español, por tanto, ¿por qué no se aplica en el resto de comunidades?.
En esta reivindicación debería tomar parte activa las asociaciones de madres y padres del alumnado que son las primeras interesadas, sin olvidarnos la perspectiva del beneficio general a nivel social que la puesta en marcha de esta iniciativa conlleva. De forma transversal hay Administraciones que pueden promoverla y facilitarla, Administraciones relacionadas con Educación, Salud, Movilidad, Seguridad Vial, Medio Ambiente, Sostenibilidad y Deportes entre otras.
Son muchos los esfuerzos que se promueven a nivel nacional desde distintos organismos para fomentar la movilidad activa, segura, autónoma y sostenible, encontrándonos aquí un obstáculo para su puesta en práctica real, estoy convencido que si se pone el foco de atención en esta temática se podrían conseguir muchos avances en las propuestas teóricas que se están trabajando.