La Policía Municipal de Pamplona ha creado un nuevo servicio enfocado a resolver conflictos vecinales. Se trata de una Oficina de Mediación Comunitaria, en la que se podrán abordar problemas de convivencia, ruidos, olores, obras, salubridad, mascotas o uso de espacios públicos, entre otros aspectos. Así lo han dado a conocer este lunes el concejal del área de Seguridad y Convivencia Ciudadana, Endika Alonso, y el responsable de la Oficina de Mediación Comunitaria, Íñigo Pelarda, en una rueda de prensa en la que han comparecido junto al concejal del área de Gobierno Estratégico, Urbanismo, Vivienda y Agenda 2030, Joxe Abaurrea.
Este servicio, que es gratuito, pretende «facilitar la resolución de conflictos de una manera consensuada y voluntaria, evitando recurrir a procedimientos judiciales y administrativos que pueden demorarse en el tiempo y pueden ser costosos económicamente». La nueva oficina estará atendida por agentes del grupo de Policía Comunitaria, que han recibido formación específica al respecto.
Estos agentes actuarán como mediadores, «atendiendo y escuchando las versiones de todos los implicados ante un determinado conflicto de forma imparcial y tratando de alcanzar un acuerdo aceptable por todas las partes». La clave de esta nueva herramienta se basa en la voluntariedad de las partes a la hora de recurrir a ella, porque para que este servicio tenga éxito, las personas implicadas deben acudir a él de forma voluntaria y mostrarse receptivas a la solución que se ofrezca por parte de los agentes de Policía Municipal», ha afirmado Alonso.
El servicio se plantea como una experiencia piloto, que se estructura bajo los principios de «neutralidad, imparcialidad y confidencialidad». Alonso ha destacado que «vamos a ir evaluando los resultados de esta nueva herramienta», aunque «no tenemos ninguna duda de que van a ser satisfactorios». «Sabemos que existe una demanda para trabajar este tipo de situaciones conflictivas desde la mediación y la convivencia, y, de hecho, todas las tendencias y las peticiones que nos llegan desde ámbitos judiciales van por ese camino», ha apuntado. Pelarda, por su parte, ha destacado que esta medida «tiene un carácter preventivo, pensado como una alternativa a soluciones sancionadoras». A través de esta mediación «se buscará resolver conflictos vecinales y promover, así, una convivencia pacífica, apostando por el diálogo y la cohesión social».
El acceso a este servicio podrá hacerse a través de la Policía Comunitaria de cada barrio, pero también de forma directa solicitando la mediación a través de una solicitud o instancia ante el Ayuntamiento o la jefatura de Policía Municipal. Además, las distintas áreas municipales podrán derivar a las personas a esta herramienta de resolución de conflictos «si lo ven necesario».
Tras analizar cada caso, se valorará si es susceptible de mediación o, por el contrario, se trata de asuntos que deben ser resueltos por vías legales. Cuando se opte por la mediación, se asignará a cada caso la mediación de una pareja de agentes de Policía Comunitaria, que actuarán como instructores de la causa.
Una vez recogida toda la información y tras reunirse con todas las partes implicadas, se concertarán «cuantas sesiones conjuntas sean acordadas para ayudar a las partes a que puedan legar por sí mismas a acuerdos y soluciones». El acuerdo final será rubricado por todas. No obstante, los instructores realizarán un seguimiento y control del cumplimiento de los acuerdos alcanzados.
Para atender este nuevo servicio se ha creado dentro de Policía Municipal un Equipo de Mediación Policial y Convivencia. Este equipo está integrado por agentes de la Policía Comunitaria con titulación universitaria o Formación Profesional de Grado Superior, y que además han recibido formación específica en mediación.
Se prevé que sean entre cinco y seis los agentes destinados a la Oficina de Mediación «para poder atender las peticiones que surjan, si bien el número podrá variar en función de la demanda».