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Pistolas Taser para la Guardia Urbana de Barcelona

Buenas prácticas
Tras la polémica desatada por la tramitación de la compra de pistolas eléctrica tipo Taser para la Guardia Urbana de Barcelona, ahora anuncia el Ayuntamiento que dotará de este equipamiento a los mandos de la Unidad de Refuerzo de Emergencia y Proximidad del Cuerpo municipal para su uso conforme a lo que establezca el reglamento que está actualmente en tramitación.

Ye en el mes de septiembre pasado, el teniente de alcaldía de Prevención, Seguridad, Convivencia y Régimen Interior, Albert Batlle, avanzó durante el plenario del Consejo Municipal que se iniciaba la contratación de 22 dispositivos taser para la Guardia Urbana de Barcelona, que refuerzan la apuesta por la mejora del equipamiento policial en este mandato y se prevé que puedan estar operativos a finales de la primavera de 2025. «Estamos al inicio de este proceso, la determinación está tomada y debemos trabajar los aspectos más concretos de su implantación», ha explicado Batlle, quien ha detallado que «no es un dispositivo que forme parte del equipamiento individual de los agentes del cuerpo, limitando su uso a determinadas unidades y a situaciones de altísima complejidad”. El teniente de alcaldía de Prevención y Seguridad había señalado que «es un dispositivo que no tiene la lesividad de un arma de fuego y puede contribuir a la reconducción de estas situaciones de altísima complejidad». Batlle ha remarcado que se trabajaba ya en la elaboración del correspondiente reglamento obligatorio para la correcta utilización de los dispositivos en la policía barcelonesa y se incorporará los guardias urbanos de Barcelona a las formaciones oficiales en el uso de estos dispositivos en el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña.

Informa “TotBarcelona” que ahora, la Comisión de Gobierno del Ayuntamiento ha aprobado el anteproyecto del reglamento y cuando se publique en la gaceta municipal se abrirá un período en el cual los grupos municipales tendrán 30 días hábiles para presentar alegaciones. El consistorio barcelonés espera que la aprobación inicial en la Comisión de Presidencia se pueda realizar durante el mes de marzo y su aprobación definitiva llegue a mediados de año.

El texto presentado señala que el uso de estas pistolas quedará restringido a los principios de “proporcionalidad, congruencia y oportunidad” y que solo se utilizarán cuando haya un riesgo “racionalmente grave” para la vida o la integridad física de terceras personas o policías, o “daños” que puedan suponer un “riesgo grave a los bienes jurídicos protegidos en la normativa de seguridad ciudadana”. El anteproyecto también plantea que estas pistolas se puedan utilizar en casos de tentativa de suicidio; aunque se menciona que en cualquiera de los casos solo se podrán utilizar “después de agotar la vía del diálogo y la mediación”.

Pedro Velázquez, jefe de la Guardia Urbana, ha explicado que uno de estos casos en los cuales se podrían utilizar estas pistolas sería ante situaciones en que la persona lleve un arma blanca encima y amenace con utilizarla. Velázquez ha recordado que durante 2024 los agentes municipales tuvieron que realizar 13 intervenciones para desarmar a una persona que portaba un arma blanca. La Guardia Urbana ha destacado que hay 78 cuerpos de policía local en Cataluña, más de 280 municipios en todo el Estado, la Guardia Civil, la Policía Nacional y otras policías autonómicas que disponen de esta herramienta que “permite dar una respuesta no letal en situaciones de alto riesgo donde la fuerza física y la porra son insuficientes y el arma de fuego podría ser excesiva y con consecuencias fatales”.

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