Las intervenciones con animales por parte de los cuerpos de seguridad son cada vez más frecuentes. Y a veces ocurre que los agentes no tienen los conocimientos y el material adecuado. Por esa razón, la Asociación de Policías por la Defensa de los Animales ha organizado esta semana el curso formativo ‘Intervención policial con perros y otros animales domésticos’, que han incluido ejercicios prácticos como la adecuada extracción de un gato del motor de un coche o su bajada de un árbol. A la misma acudieron agentes de Policía Local, Nacional, Guardia Civil, Bomberos y guardas forestales.
«Desde hace ya muchos años las intervenciones con animales son diarias, sobre todo con perros y gatos. Ahora, en época de cría, nos encontramos con muchos cachorros de gatos que se han introducido en motores», cuenta Eduardo Justa, agente de Policía Local de Logroño y miembro de la asociación organizadora. A menudo los felinos se introducen en los motores de los vehículos en busca de calor y son desplazados de una localidad a otra.
Esto puede suponer un problema de gestión en las colonias felinas, por eso es importante no solo extraerlos por su seguridad, también capturarlos para procurarles atención «El objetivo de la formación es sensibilizar a los compañeros, dar cobertura a los animales sobre los que se nos obliga a actuar y dar servicio a las personas que nos requieren porque se encuentran con un problema ético: tienen un gato en el motor del coche y, si arrancan, lo pueden matar», explica Eduardo Justa. Sucedió así el 1 de septiembre de 2023, cuando la grúa municipal se llevó un coche de la vía pública, con el permiso de su propietaria, al detectar que se había introducido un gato, a fin de poder sacarlo en el depósito. Entonces se rodeó el vehículo con una red para que no escapara y, pasado un tiempo, el gato salió y la mujer pudo recuperar su coche.
La Rioja ha sido la primera comunidad autónoma en introducir en el temario de las oposiciones a Policía Local la normativa de protección animal, el régimen jurídico de los perros potencialmente peligrosos y la derogada ley autonómica de Protección de los Animales. «Uno empieza a trabajar y ni siquiera sabe que normas hay o si son de su competencia, pero ahora ya sí. También hay compañeros a los que no les supone un problema interactuar con animales pero a otros sí porque no conocen el lenguaje del perro o del gato», advierte Justa.
«La Policía tiene una normativa que le obliga a actuar pero no tiene las herramientas. Este curso no es para que sean especialistas en rescate felino sino para que sepan que estos recursos existen», expone Fernando Sánchez, de la Fundación Salvando Peludos, quien aconseja, antes de arrancar un vehículo estacionado en la vía pública en invierno, dar unos golpecitos para que, si hay un gato dentro, salga, pero si detectamos que lo hay y no sale, lo adecuado es capturarlo para ver si necesita atención e identificarlo. «No es que antes se abandonaran menos gatos sino que ahora hay más conciencia y aumentan los avisos por caídas o atropellos de gatos», advierte Fernando Sánchez.