El Barrio de Monte Sancha es una lujosa barriada del centro de Málaga. Durante la plácida mañana del pasado domingo día 18 de agosto, un amigo de lo ajeno, utilizando para ello sus habilidades para escalar paredes, se había dedicado a trepar por la fachada de al menos dos hoteles de la zona para entrar a las habitaciones a través de los balcones y llevarse los objetos de valor que encontraba.
Al ladrón en cuestión ni le arredraban las altas paredes ni le inquietaba poder encontrarse con personas en el interior de las habitaciones; de hecho, en dos de ellas se encontró con los moradores, a quienes intimidó y acabó llevándose diversos objetos de valor pese a su oposición, para salir posteriormente por los balcones por los que había entrado y descendiendo nuevamente por las paredes.
Recopilado un jugoso botín que había guardado en una bolsa que portaba a tales efectos, el caco debió dar por concluida su jornada y, aprovechando la zona lujosa en la que se encontraba, decidió rematar el día dándose un baño en una lujosa piscina allí cercana. Si bien es cierto que el recinto del club en cuestión tenía una alta pared de cerramiento, dadas las habilidades del ladrón en cuestión, no debió ser esto un grave obstáculo para él, y saltando el cerramiento se dio un baño en la piscina, tras lo cual buscó acomodo en una confortable hamaca y se dispuso a disfrutar de la bonanza del día.
En ellas andaba cuando un vigilante de la piscina, no reconociéndolo como miembro del club se dirigió a él. Tras constatar que no tenía permiso para estar allí, el vigilante le invitó a marcharse, pero el individuo, queriendo seguir disfrutando aquellos lujos, se negó rotundamente a marcharse.
Su persistencia en disfrutar esa mañana de piscina le acabó costando caro, pues llegaron dos policías locales que lo identificaron y comenzaron a hacer averiguaciones sobre la procedencia de algunos objetos que portaba. El presunto ladrón negó cualquier procedencia ilícita de los objetos que tenía en su poder, y en esos momentos compareció en el recinto de la piscina una persona que dijo ser cliente de una de las habitaciones asaltadas, y señaló al individuo diciendo que las zapatillas que llevaba puestas eran suyas y que aquel se las había llevado de su habitación.
Tras conocer esto, los policías procedieron al registro de la bolsa que llevaba el individuo en cuestión, apareciendo en ella varios teléfonos móviles, carteras, tarjetas de crédito, un bolso, y joyas, tras lo que se procedió por parte de los policías locales a la detención del presunto autor de los robos.
