En Guadix, pueblo de unos 19.000 habitantes ubicado en la sierra granadina, la Policía Local de ese municipio dio comienzo a una investigación al considerar que una joven de 19 años, de nacionalidad rumana, que deambulaba por el pueblo podía estar siendo víctima de trata de personas.
Tras las primeras pesquisas, y habiendo llegado a conocerse que la joven en cuestión había sido trasladada al pueblo por una pareja con antecedentes por ese tipo de delito, los policías locales se pusieron en comunicación con la Ucrif de la Policía Nacional, quienes confirmaron que la pareja en cuestión estaba siendo investigada por la Brigada de Extranjería y Fronteras por supuestas actividades tendentes a la explotación sexual, el favorecimiento de la inmigración ilegal, la prostitución coactiva y contra la libertad sexual.
En el transcurso de la investigación se pudo conocer que la referida pareja había traído ilegalmente a la chica, la mantenía alojada en un hotel del pueblo y la obligaban a prostituirse durante prácticamente 24 horas al día, quedándose con la mayor parte de los ingresos económicos que la chica tenía por la prostitución forzosa.
Recopilada toda la información por parte de la Policía Local de Baza, éstos hicieron entrega de las diligencias practicadas y de la joven rescatada a la Policía Nacional, quiénes posteriormente procedieron a la detención de la pareja que había traído forzadamente a la chica, acusándoles de la presunta comisión de delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y coacción para ejercer la prostitución.