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Un paciente psiquiátrico tuvo que ser inmovilizado por la Policía Local de Poio utilizando una pistola “taser”, al encontrarse agresivo y no permitir la atención sanitaria
El pasado fin de semana, agentes de la Policía Local de Poio (municipio de 17.000 habitantes de la provincia de Pontevedra), han tenido que usar el dispositivo electrónico de control de personas denominado usualmente pistola “Táser”. Fue necesario para reducir a un paciente psiquiátrico en su domicilio familiar de la parroquia de Campelo.
El paciente se mostraba muy agresivo y se resistía a la atención sanitaria del personal de una ambulancia medicalizada desplazada al lugar, por lo que los agentes realizaron un disparo con la pistola taser para inmovilizarlo y facilitar así su traslado forzoso en la ambulancia al hospital de Pontevedra.
Tanto los familiares como otros vecinos del inmueble agradecieron a la Policía Local y al servicio sanitario la intervención y traslado de esa persona. Uno de los agentes resultó herido de poca consideración, y la Policía Localpuso los hechos en conocimiento del Juzgado de Guardia.
Dotación de la pistola Táser
Desde el año 2020 la policía local de Poio dispone entre sus medios de dotación policial, del dispositivo electrónico de control de personas “Táser”, tras haber realizado una formación obligatoria para asegurar su uso correcto.
Estos dispositivos, que tienen forma de pistola, disparan unas sondas parecidas a unos pequeños arpones que atraviesan la ropa del individuo sobre el que impactan y se enganchan superficialmente sobre la piel, produciendo una descarga eléctrica que provoca una incapacitación neuromuscular momentánea por contracción o bloqueo de los músculos, permitiendo así actuar sobre esa persona para inmovilizarla mecánicamente.
La descarga eléctrica es de un elevado voltaje, pero de muy poca intensidad, por lo que en circunstancias normales no genera ningún riesgo, ni complicación después de esos momentos. Aunque sí que se ha reportado algún problema de lesiones o incluso algún fallecimiento –en investigación- en el caso de personas con problemas cardíacos importantes. El propio protocolo de uso del dispositivo ya contempla como desaconsejable su utilización sobre determinadas personas más vulnerables.
Lo que es evidente es que muchos cuerpos de seguridad, en España y en otros países, están incorporando estos medios como dotación policial para inmovilizar individuos violentos o amenazantes sin tener que utilizar otros medios potencialmente más letales.