Un agente de la Guardia Civil de Badajoz fue suspendido de empleo y sueldo durante seis meses, a pesar de no existir una condena firme en su contra. La medida disciplinaria fue aplicada tras ser detenido por Asuntos Internos en enero, acusado presuntamente de un delito de revelación de secretos por el supuesto uso indebido de bases de datos policiales para facilitar información a una persona investigada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de Badajoz.
La asociación profesional Justicia Guardia Civil (Jucil) informó que un auto judicial decretó el sobreseimiento de la causa, lo que permitió la restitución del agente en su puesto. Esta resolución judicial demostró la inocencia del agente y evidenció los fallos existentes en el actual régimen disciplinario de la Guardia Civil.
Durante el periodo de suspensión, Jucil cubrió el salario que la Guardia Civil dejó de abonar al agente, lo que ayudó a paliar el grave perjuicio económico y personal sufrido por él y su familia. La defensa jurídica consiguió acreditar su inocencia y desmontar todas las acusaciones presentadas en su contra.
Jucil destacó que el caso pone de manifiesto la necesidad urgente de revisar y actualizar el marco disciplinario de la Guardia Civil, garantizando el respeto a la presunción de inocencia y evitando situaciones de indefensión similares. La asociación consideró inadmisible que un agente pueda quedar privado de su empleo y sustento familiar durante meses sin una sentencia judicial condenatoria, calificando esta situación como una vulneración de derechos básicos y una muestra del desfasado régimen disciplinario vigente.
















