Cada mes de septiembre trae consigo la misma escena: mochilas nuevas, nervios en el estómago y la ilusión de volver a empezar. El curso 2025-2026 ya está aquí, y no solo lo inician los 8,3 millones de alumnas y alumnos que llenarán las aulas de nuestro país. Lo comenzamos también miles de profesionales: maestras, maestros, profesorado de institutos, educadores infantiles, equipos de absentismo escolar, departamentos de Educación, Servicios Sociales, y, por supuesto, los agentes tutores. Todos formamos parte de una misma misión: acompañar a la infancia y a la adolescencia en su crecimiento, en su seguridad y en su aprendizaje.
Sabemos que los primeros días son especialmente delicados para las familias que por primera vez llevan a sus hijos a un centro educativo. A esos padres y madres les decimos: tranquilidad. La emoción, los miedos y las dudas son parte natural del proceso. Confiad en que cada paso que den será una oportunidad de aprender, de hacer amigos y de crecer.
Y a los padres y madres que ya llevan años en este camino les recordamos algo importante: aunque vuestros hijos crezcan, no dejéis de estar cerca. La educación no termina al cruzar la puerta del colegio o del instituto. El acompañamiento sigue siendo vital: llegar a tiempo, recogerlos sin retrasos, interesarse por sus días, sus retos y sus ilusiones. La puntualidad y el compromiso también son una muestra de respeto hacia el trabajo de los docentes y la organización de los centros.
Desde la figura del Agente Tutor, un año más, estaremos presentes en los centros educativos. Nos veréis en charlas, talleres y actividades de prevención, convivencia y seguridad. Siempre al lado del alumnado, del profesorado y de las familias. Somos un puente cercano, una figura de confianza y apoyo, porque nuestro objetivo es claro: que cada niña, cada niño y cada adolescente viva un curso seguro, responsable, motivador y lleno de oportunidades.
Los años nunca se repiten. Ningún curso es igual al anterior, porque los alumnos cambian, la sociedad evoluciona y el mundo nos plantea nuevos retos. Este 2025 nos recibe con circunstancias que no podemos ignorar: guerras que no cesan, un verano de calor asfixiante, incendios devastadores… Realidades que nos obligan a levantar la mirada y reflexionar. Pero a pesar de todo, nuestro papel está claro: educar, acompañar, cuidar. Si unimos nuestras manos y trabajamos en conjunto, siempre será más fácil superar los obstáculos.
No hay tiempo para la complacencia ni para esperar que otros den el paso. La sociedad necesita personas preparadas, críticas y responsables. Vivimos en un tiempo donde la información nos desborda, y más que nunca debemos aprender a discernir lo real de lo inventado. Por eso, cada gesto, cada palabra, cada esfuerzo compartido, cuenta.
Este curso nos invita a soñar, a esforzarnos, a no rendirnos y a hacerlo juntos. Porque cuando la educación, la familia, la comunidad y la seguridad se dan la mano, los resultados siempre son favorables.
Bienvenidos al curso 2025-2026. Un año nuevo, una oportunidad nueva.
