Se celebró durante el pasado fin de semana con un gran éxito de participación y un gran dispositivo de prevención y seguridad.
La fiesta del agua se celebra en Vilagarcía (municipio de 47.000 residentes de la provincia de Pontevedra), y está declarada de interés turístico nacional, consistiendo en una “batalla” lanzándose agua entre todos los participantes y los vecinos desde los edificios y balcones, tras el traslado de la imagen de San Roque. El agua se lanza con todo tipo de elementos, desde pistolas de agua, hasta cubos y mangueras, siendo imposible pasar por el centro de la ciudad sin acabar mojado por este líquido elemento.
En esta edición se han contabilizado, mediante big data, más de 55.000 visitantes foráneos, lo que supone aproximadamente un 18% más de personas con respecto al año pasado.
Esta aglomeración de personas disfrutando de la fiesta, hace imprescindible disponer de un dispositivo preventivo y de emergencia, en el que participan como siempre, la Policía Local, Guardia Civil, Policía Nacional, Protección Civil, ambulancias para atención sanitaria, un puesto de mando avanzado, un punto violeta para prevenir agresiones sexuales, y el servicio de limpieza, y todos ellos reforzados para este año.
Otro refuerzo, que por primera vez se incluye en el operativo, es la disposición de cámaras de videovigilancia en varios puntos estratégicos de la denominada “zona húmeda” y que permitirán un mayor control de la zona y respuesta ante cualquier incidencia que se produzca.
Celebrada la festividad, el resumen operativo no ha tenido grandes novedades, destacando únicamente que la Guardia Civil de Tráfico denunció a 170 conductores por infracciones de alcoholemia y consumo de drogas en su mayoría.
Y también se produjo un detenido, gracias a la coordinación entre Guardia Civil y Policía Local, que fue detectado en un control de alcoholemia y al observar el vehículo con daños en el parabrisas, se relacionó con un atropello producido en el centro de la villa, donde el peatón resultó herido de consideración, y el conductor se fue del lugar sin atenderlo. Por ello, al joven detenido, de 24 años y vecino de un municipio de A Coruña, se le instruyeron diligencias al Juzgado por presuntos delitos contra la seguridad vial al conducir con alcohol, por el abandono del lugar del accidente, y por lesiones por imprudencia.
