La Conselleria d’Interior de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona trabajan en un nuevo encaje competencial entre Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana que será extrapolable a otros 217 municipios catalanes que tienen cuerpo propio de Policía Local. Los convenios administrativos que regulan el reparto de atribuciones llevan años desactualizados —en algunos casos más de una década—, tal y como reconoció el pasado mes de abril la consellera de Interior, Nuria Parlon.
La idea del Departament es que la capital catalana estrene la reconfiguración de funciones durante el año que viene y que alumbre un nuevo marco aplicable al resto de poblaciones. Según confirma Interior, el convenio de Barcelona se encuentra en fase de negociación y la previsión es cerrarlo antes de la primavera del próximo 2026. A partir de entonces, se establecerá un calendario para revisar el resto de acuerdos, previo estudio de las necesidades de cada ayuntamiento y de un análisis promenorizado de «hasta dónde puede y quiere llegar cada uno”, explican fuentes de Interior.
Aunque el de Barcelona será el convenio más ambicioso por el músculo de su Guardia Urbana, Interior augura que otras policías locales puedan acogerse a su modelo. Esta puesta al día se enmarca en el Plan Estratégico de Ordenación de las Policías Locales que trabaja la Conselleria.
Según fuentes de las Policías Locales se está estudiando la implementación de distintos niveles de competencia para que cada ayuntamiento pueda acogerse al que más le convenga en función de su voluntad política y su capacidad operativa en materia de seguridad. La hipótesis es que un primer nivel sería el de menos atribuciones para las policías locales, enfocadas a la vigilancia de espacios, el control del tráfico y la recogida de denuncias. Un segundo nivel, más dirigido a la atención de víctimas, contemplaría un paso competencial más. Y un tercero quedaría previsto para los cuerpos locales que quisieran ir más allá y desarrollar, por ejemplo, unidades propias de investigación e incluso asumir alguna responsabilidad que actualmente es de Mossos, como por ejemplo la instrucción de hurtos o delitos leves.
Interior confirma la voluntad de establecer varios niveles pero que estos «no están todavía definidos» y que se está trabajando en ello porque primero deben «analizarse las complejidades territoriales».
Un ejemplo ilustrativo es lo que concierne al tráfico en una gran ciudad catalana: mientras la Policía Local es titular —y Mossos colabora— de la competencia para actuar en accidentes de circulación con heridos en una zona urbana, en vías interurbanas esas prerrogativas se invierten: Mossos pasan a ser titulares y la Policía Local colabora. Fuentes de Interior ponen dos ejemplos de funciones difíciles de asumir para algunas Policías Locales, sobre todo las de pequeños municipios: la recogida de denuncias y el servicio 24 horas.
Revitalizar las Juntas Locales de Seguridad
Otro de los puntales de coordinación entre Mossos y Policías Locales en el punto de mira de Interior son las Juntas de Seguridad Local. Con el objetivo de responder a las necesidades de los ayuntamientos, el Executiu busca revitalizar el papel estratégico estas cumbres para que no sean simples «reuniones estadísticas» sino espacios activos de coordinación y evaluación de objetivos.