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Recomendaciones sobre violencia discriminatoria del Comité de Seguridad, Democracia y Ciudades del Forum Europeo por la Seguridad Urbana

Delitos de odio
Opinión
La noción de violencia discriminatoria se refiere a “incidentes violentos que la víctima, el testigo u otra persona percibe como motivado por prejuicios, intolerancia, opiniones preconcebidas u odio, si se consideran o no un delito penal según el código penal vigente”. Esto incluye la violencia de género, el racismo, islamofobia, antisemitismo, xenofobia, LGBTQIA+-fobia, violencia contra las personas con discapacidad, discriminación por edad, antigitanismo, violencia contra las personas sin hogar, los refugiados, los solicitantes de asilo y trabajadoras sexuales, por citar algunos ejemplos.

▪        Los actos de violencia discriminatoria son diferentes de otras formas de violencia: tienen efectos devastadores sobre la salud y el bienestar de las víctimas directas, pero también tienen un impacto más amplio en el conjunto, grupo social o comunidad, privándolos del derecho a participar en la comunidad. El impacto es doble: directo sobre la víctima e indirecto sobre la grupo víctima, poniendo así en peligro la cohesión social y afectando la paz y la seguridad de las personas y las comunidades.

▪        Los recientes acontecimientos a nivel europeo, como los recortes presupuestarios en la acción social, el aumento del desempleo juvenil, el incremento de los flujos migratorios, el aumento del extremismo o la disminución de la confianza en las instituciones públicas y la influencia cada vez más fuerte de las redes sociales, contribuyen a crear sociedades cada vez más polarizadas.

▪        Si bien el número de delitos de odio y violencia discriminatoria denunciados está en aumento (como lo indican varias ciudades miembros del Forum), muchos actos de este tipo no se denuncian y no se aplican suficientes estrategias de prevención y control.

▪        Los controles implementados a nivel europeo siguen siendo insuficientes. La violencia discriminatoria no se tiene suficientemente en cuenta en políticas de seguridad urbana. Es importante incluir los efectos adversos de discriminación, exclusión e intolerancia en la convivencia pacífica entre los diferentes grupos de población, así como la forma en que están vinculados y alimentan la polarización, la radicalización y el extremismo violento.

▪        La violencia discriminatoria socava directamente los valores fundadores de la democracia, la cohesión social y la seguridad ciudadanos, tal como se establece en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Esta violencia tiene un impacto devastador en muchas personas.

▪        La composición heterogénea de la sociedad urbana también puede convertirse en un caldo de cultivo para tensiones y conflictos.

Recomendaciones del Forum

▪        Las estrategias para combatir el odio y la intolerancia deben ser plenamente integradas en los programas de seguridad urbana. La discriminación debería ser el foco de preocupación, ya que establece un vínculo entre la discriminación y la seguridad, los derechos fundamentales y la cohesión social.

▪        Las autoridades locales y regionales deberían desempeñar un papel activo en la lucha contra la discriminación, con base en los marcos jurídicos y políticos definidos por Gobiernos europeos y nacionales. Cerca de los ciudadanos, pueden contribuir a la promoción de la producción de conocimiento, a la sensibilización y a empoderar a la población local para que actúe, mejorando la prevención, apoyando a las víctimas, vinculando a los actores relevantes y asignando recursos apropiados.

▪        La diversidad debe considerarse un activo a la hora de desarrollar estrategias locales de seguridad urbana. Los grupos vulnerables no participan y no contribuyen suficientemente a la coproducción de estas estrategias. La promoción y el desarrollo de espacios públicos compartidos por una población diversa, donde la seguridad garantiza el acceso de todos a la educación, se fomenta su participación y se fortalece la cohesión social.

▪        Se deben promover medidas de prevención temprana y/o primaria contra los prejuicios en las escuelas y en todas las instituciones y organizaciones que contribuyen a la educación cívica, apoyando el desarrollo de programas destinados a crear conciencia sobre la discriminación y los prejuicios y fomentar la resistencia a la intolerancia y el odio, dirigidos a todos los grupos de edad.

▪        Es preciso sensibilizar a los profesionales, a los funcionarios electos y a los ciudadanos sobre el fenómeno y sus consecuencias.

▪        Hay que desarrollar una estrategia proactiva para promover la confianza entre los grupos de personas vulnerables y la policía, y facilitar la denuncia, la notificación de incidentes y la presentación de quejas.

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