El pasado 8 de octubre, a las 12:00 horas, el Ayuntamiento de Getafe (Madrid) organizó una concentración a favor de la paz en Palestina en la plaza de la Constitución de la ciudad. A este acto acudieron la alcaldesa, Sara Hernández, y representantes sindicales de UGT y CCOO. Entre los asistentes se encontraba también el comisario principal de la Policía Local de Getafe, Pedro Cervel, quien portaba una bandera de Palestina. Cervel vestía el uniforme reglamentario y, según el Partido Popular, llevaba su arma, aunque no se ha precisado si estaba en acto de servicio.
Por estos hechos, el Partido Popular ha solicitado la apertura de un expediente sancionador contra Pedro Cervel, así como la imposición de las sanciones que pudieran corresponder, al considerar que su participación en la concentración vulnera la imparcialidad política exigida por la ley a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. En este sentido, aluden al artículo 52 del Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, que establece la obligación de imparcialidad política. Asimismo, mencionan el artículo V de la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que recoge los principios básicos de actuación, obligando a actuar con absoluta neutralidad política e imparcialidad, sin discriminación por razones de raza, religión u opinión. También el artículo 14 de la Ley 1/2018, de 22 de febrero, de Coordinación de Policías Locales de la Comunidad de Madrid, exige que los agentes ejerzan sus funciones con imparcialidad y neutralidad.
El régimen disciplinario de las Policías Locales de la Comunidad de Madrid se equipara al de la Ley Orgánica 4/2010 del Cuerpo Nacional de Policía. Según el apartado ‘n’ del artículo 8, se considera falta grave «asistir de uniforme a cualquier manifestación o reunión pública, salvo que se trate de actos de servicio, o actos oficiales en los que la asistencia de uniforme esté indicada o autorizada».
Es la primera vez que se pide la apertura de un expediente disciplinario por este tipo de hechos
El PP subraya que los agentes no pueden participar en manifestaciones o concentraciones políticas cuando están de servicio, lo que supondría una vulneración de las disposiciones legales mencionadas.
Pero, a pesar de la interpretación de las normas realizada por el Partido Popular en Getafe, hay que recordar que resulta muy frecuente la participación de jefes, mandos y policías locales (y también nacionales y guardias civiles) en concentraciones ciudadanas convocadas por los ayuntamientos, como en el caso de asesinatos por violencia de género, atentados terroristas, apoyo al colectivo LGTBI, contra la invasión de Ucrania, etc. y en apoyo de las víctimas de estas situaciones. En todos los casos se acude de uniforme y con el arma reglamentaria, porque se considera una participación institucional del propio Cuerpo de Policía Local, como parte del Ayuntamiento.
Desde hace muchos años, esta realidad ocurre en municipios gobernados por diferentes fuerzas políticas, muchos de ellos bajo el gobierno del Partido Popular, y nunca ha sido puesta en cuestión la participación de policías en estas concentraciones ciudadanas, que no deberían considerarse de carácter partidista (es decir: no neutrales).
Aunque es cierto que la invasión de Gaza por el Estado de Israel ha supuesto un abierto enfrentamiento político en España, también lo es que la Organización de Naciones Unidas y otras instituciones internacionales han calificado de genocidio lo que está ocurriendo en Palestina (es decir: de un crimen contra la humanidad) y que el presidente de Israel ha sido acusado como criminal de guerra por la Corte Penal Internacional, a cuya jurisdicción se somete nuestro país. En este contexto, la concentración realizada en Getafe, a la que acudió su jefe de Policía Local debidamente uniformado y con autorización de su alcaldesa, puede entenderse claramente en el perfil de concentraciones ciudadanas a las que anteriormente me he referido.
En consecuencia, todo parece indicar que la petición de expediente al jefe de la Policía Local de Getafe supone más bien una vendetta política totalmente fuera de lugar y sin soporte legal y, una vez más, la utilización de la actuación de los jefes de Policía Local como arma arrojadiza de la oposición contra un gobierno municipal. Hoy ha sido el PP, pero mañana será otro, sin ninguna duda.

















