El juzgado de lo Penal número 3 de Granollers ha condenado a un policía local de la Ametlla del Vallès a un año de prisión, de inhabilitación de sufragio pasivo y de sus funciones para colaborar en el hurto de un remolque del depósito municipal. El vehículo estaba en dependencias municipales porque carecía de la documentación en regla.
El juez considera probado que el agente facilitó la sustracción del remolque del depósito por parte de dos personas no identificadas, dado que las cámaras de vigilancia captaron el momento y otros agentes del cuerpo confirmaron la identidad de su compañero.
La sentencia no es firme, pero el consistorio ha suspendido al policía de empleo y sueldo de forma preventiva. También tendrá que indemnizar al propietario del remolque con 800 euros.
Los hechos se remontan al 12 de diciembre de 2021, cuando agentes de la Policía Local de L’Ametlla del Vallès detuvieron un vehículo que llevaba un remolque sin la correspondiente ficha técnica para poder circular. Le conducía un amigo del propietario del remolque, y los agentes le incautaron y lo trasladaron al depósito municipal, donde quedaría inmovilizado hasta que se legalizara su situación.
El vehículo permaneció en dependencias del Ayuntamiento hasta el 9 de marzo de 2022, cuando las cámaras de vigilancia captaron al agente, uniformado y en coche oficial, accediendo al recinto y dejando el remolque preparado para su retirada. Horas más tarde, las mismas cámaras captaron otro coche, un Nissan Terrano con las matrículas tapadas, que accedía al recinto con dos ocupantes no identificados que engancharon el remolque y se lo llevaron.
El hallazgo de las imágenes se hizo después de que la jefatura de Policía Local ordenó el desguace y tramitación de baja de los vehículos abandonados del depósito, y un agente echara de menos el remolque en cuestión. Por este motivo, revisó las grabaciones de las cámaras de las instalaciones, y una vez localizado el momento de la acción, las trasladaron a los Mossos d’Esquadra.
Pese a no poder determinar la identidad los dos ocupantes del vehículo que se llevó el remolque, sí se identificó el vehículo como uno de cortesía de un taller local. Se da la circunstancia de que, según relata la juez, en este taller trabajaba el hijo del agente ahora condenado.
Por todo ello, se condena al agente a un año de prisión, de inhabilitación de sufragio pasivo y de sus funciones, si bien se absuelve al propietario del taller, que también estaba acusado, porque no se dispone de pruebas suficientes para involucrarle en el hurto. El condenado también tendrá que pagar 800 euros al propietario del remolque, que nunca ha aparecido más.