Barbastro (ciudad de la provincia de Huesca con 18.000 habitantes) vuelve a demostrar que no existe localidad pequeña cuando se trata de avanzar en seguridad y servicio público. La adquisición reciente de un dron con cámara térmica e inteligencia artificial confirma que esta población apuesta por herramientas modernas, que refuerzan el trabajo diario de sus agentes, y consolidan un estilo de gestión que piensa siempre en su ciudadanía.
El nuevo equipo es un DJI Matrice 4T, que incorpora cámara de alta resolución de cuarenta y ocho megapíxeles, visión térmica y capacidad de reconocimiento mediante IA. El agente Alfonso González, de la Unidad de Drones de la Policía Local, describe este modelo como idóneo para la búsqueda de personas desaparecidas y el seguimiento de vehículos e individuos, además de su función para el análisis de espacios y el recuento de personas o coches. Una herramienta versátil, que acerca al cuerpo policial a estándares propios de grandes ciudades, y confirma que cualquier población puede situarse al día con la mejor tecnología.
La llegada de este dron se suma a la digitalización implantada este año en la tramitación de denuncias de tráfico mediante tablets e impresoras portátiles, y refuerza una plantilla con agentes formados para el manejo específico de aeronaves. Un avance que el alcalde Fernando Torres celebra al afirmar que su voluntad es entregar a los policías las mejores herramientas posibles, porque así se garantiza un servicio aún más eficaz, y se incrementa la capacidad para localizar personas, animales o vehículos, incluso en condiciones complicadas.
Desde la redacción de Unijepol se valora este paso como un acierto, que da visibilidad a prácticas que muestran que la innovación también florece en municipios que creen en su gente y en su preparación. Cada mejora tecnológica que aterriza en lugares como Barbastro demuestra que la seguridad se fortalece con decisión, aprendizaje y compromiso.
















