Un policía local del municipio valenciano de Albal, que se encontraba fuera de servicio, detuvo este domingo a un conductor ebrio que circuló varios kilómetros por la A-7, a su paso por Murcia, poniendo en riesgo la vida de otros conductores de la vía. El agente regresaba de Granada con su familia y se dirigía a la localidad valenciana de Albal cuando a la altura de la ciudad de Murcia observó que un coche estaba realizando maniobras temerarias, haciendo zigzag y golpeándose contra el guardarraíl de la carretera.
«Al ver cómo circulaba, he retenido el tráfico poniéndome en medio de los dos carriles circulando por en medio de los dos carriles y por detrás de él, con una luz estroboscópica, para que los otros conductores no me adelantaran, porque el conductor de delante iba dando bandazos y golpeándose con los laterales», declaró el policía local a la Guardia Civil.
Durante el seguimiento, los dos coches entraron a Murcia y el conductor ebrio se saltó varios semáforos, por lo que el agente aprovechó un momento en el que se detuvo para bajarse de su vehículo y retenerlo hasta que llegaron efectivos de la Policía Local de Murcia y de la Benemérita.
Cuando llegaron las patrullas, lo identificaron y le sometieron a la prueba de alcoholemia, que dio como resultado 0,84 miligramos por litro en aire expirado, cuando el límite legal está en 0,25.
Por todo ello, los agentes instruyeron un atestado por delito contra la seguridad vial y podría enfrentarse, además de la multa y la retirada de puntos de su carné, a consecuencias penales.