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La respuesta de las Policías Locales en Navarra aumenta un 10% la supervivencia en paradas cardíacas

Clint Jean-Louis Fernández, médico del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.
Buenas prácticas
La parada cardiaca extrahospitalaria afecta en Navarra cada año a entre 150 y 200 personas, con una supervivencia en 2022 del 19%, el doble que la media nacional, que se sitúa en un 9%. Al ser una patología tiempo-dependiente, las posibilidades de no perder la vida dependen de la cadena de supervivencia: la persona que presencia el evento y lo reconoce, alerta al 112, inicia una reanimación cardiopulmonar precoz y pide y aplica un desfibrilador mientras acude el personal de emergencias.

Y un eslabón relevante de esta cadena es la Policía Local por su capacidad de implementar el soporte vital básico. Su menor tiempo de respuesta frente al resto de servicios de emergencias (5,4 minutos de adelanto medio) supone un aumento del 10% en la supervivencia, según la tesis doctoral defendida en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) por Clint Jean-Louis Fernández (Nairobi, Kenia, 1972), médico del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.

Este facultativo, con más de veinte años de experiencia en emergencias, ha evaluado la labor que realiza en la Comunidad Foral la asociación El ABC que salva vidas, fundada en 2010 por profesionales del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (entre ellos, él) y del Servicio de Bomberos del Ejecutivo foral, debido a su preocupación ante “la alta mortalidad por muerte súbita y el bajo conocimiento entre la ciudadanía de las maniobras de resucitación”.

Y la tesis doctoral de Clint Jean-Louis ha puesto el foco en esta tarea de la asociación de extender el soporte vital básico en la Comunidad Foral, a través de programas desarrollados entre 2011 y 2022: escolar, primer interviniente (Policía Local), capacitación ciudadana y concienciación pública.

En el caso de las Policías Locales, el investigador recuerda que, en 2019, se publicó un decreto foral que obliga a formar a sus agentes, de forma continua, en soporte vital básico y a “dotar al menos al 50% de sus coches patrulla con un desfibrilador”. “A ello se suma la colaboración con otras entidades para el desarrollo de iniciativas como la aplicación RAPIDA de geolocalización de desfibriladores; el simulador AED Training Box, una premiada herramienta de formación; y el CPR Training Band, una pulsera que ayuda a entrenar la resucitación cardiopulmonar”, añade.

Por eso, para Clint Jean-Louis, “los tiempos de activación más rápidos de las Policías Locales formadas en soporte vital básico y dotadas de desfibriladores aportan potencialmente mejores tiempos de respuesta a las víctimas de la parada cardíaca extrahospitalaria y justifican su integración en la respuesta de emergencias”. Para obtener los datos, el investigador comparó las atenciones entre los primeros intervinientes que puedan acudir a socorrer a una víctima de una parada cardíaca: las Policías Locales, los servicios de emergencias médicas, de emergencias extrahospitalarias y de urgencias rurales y los equipos de atención primaria.

Clint Jean-Louis se licenció en Medicina y Cirugía en la Universidad de Navarra (1998), tras estudiar Filosofía y Ciencias Políticas en la Universidad de Nairobi (Kenia, 1992). Posteriormente, se formó como médico interno residente de Medicina Familiar y Comunitaria en Pamplona (el entonces denominado Hospital de Navarra y el Centro de Salud de Iturrama). Al concluir este periodo en 2003, inició una trayectoria laboral como médico de atención primaria y, sobre todo, de urgencias (hospitalarias, rurales y en el servicio de ambulancia de soporte vital avanzado). Desde el pasado noviembre, es subdirector de Urgencias de Navarra y Dirección Técnica de la Atención a la Urgencia Vital del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.

Foto de archivo.

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