La tensión se apoderó ayer por la tarde de un barrio de Miajadas cuando un hombre de 65 años cayó accidentalmente a un pozo. Durante varios minutos permaneció en el interior, aferrado con fuerza a las paredes húmedas para no hundirse, mientras el frío comenzaba a pasar factura y los primeros síntomas de hipotermia se hacían visibles.
El aviso movilizó rápidamente a tres agentes de la Policía Local, que, junto a varios vecinos, colaboraron para devolver al hombre a la superficie.
Los sanitarios de una ambulancia del 112 desplazados al lugar atendieron de inmediato al rescatado, que presentaba signos de hipotermia, y lo trasladaron al centro de salud para una valoración más detallada.
El incidente, aunque alarmante, terminó con un final esperanzador, destacando la rápida actuación conjunta de vecinos y agentes que evitó que la caída se convirtiera en tragedia.
















