Tres descargas eléctricas con el desfibrilador semiautomático DESA, de dotación en el vehículo patrulla, y tener la formación para su uso, supone la diferencia entre la vida y la muerte. En este caso, ha permitido a los agentes realizar las maniobras necesarias para salvar a una persona que se había desplomado en la vía pública y se encontraba en parada respiratoria.
Se trataba de un varón de 66 años que desplomado en la calle de una zona comercial muy concurrida. Tras ser alertada la Central de la Policía Local de Vigo, dos patrullas que se encontraban próximas se trasladan al lugar inmediatamente. Tras comprobar las constantes vitales de esa persona tendida en la calle, inician las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), haciendo además uso de un desfibrilador semiautomático (DESA) de dotación en el vehículo patrulla, el cual al ser activado recomienda proceder a la descarga eléctrica.
En tres ocasiones el DESA administró descargas sobre el hombre, hasta que comenzó a reaccionar, reiniciando su respiración de manera espontánea. En ese momento se personó en el lugar una ambulancia medicalizada que se hizo cargo de su traslado al hospital Álvaro Cunqueiro, una vez estabilizado.
La dotación de los equipos DESA en muchos de los vehículos patrulla y la formación en su uso de los agentes, permitieron salvar la vida de esta persona, pues los primeros minutos de una parada cardiorrespiratoria se convierten en vitales para su tener éxito en su recuperación. El Alcalde de Vigo, Abel Caballero, felicitó por su “buen trabajo” a los agentes que intervinieron en la reanimación de esta persona.