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La policía antigrafitis de Madrid ya está actuando

Foto de la Policía Municipal de Madrid
Actuaciones

A principios de este año, la Policía Municipal de Madrid creó una nueva unidad especializada bajo la denominación de Sepropur (Sección de Protección del Patrimonio Urbano), con el objetivo específico de combatir los grafitis, una verdadera plaga en la capital, igual que ocurre en la mayor parte de las ciudades españolas.

Los grafitis o pintadas urbanas -hablamos exclusivamente de las acciones no artísticas, ni autorizadas- contribuyen de manera muy importante a la degradación del espacio urbano y también a la percepción de inseguridad ciudadana. Pero, además, también suponen importantes daños a los bienes públicos, desviando dinero y recursos para su limpieza, que podrían ser utilizados para la mejora de los pueblos y ciudades). Y también para los bienes privados, ya que -si no se limpian rápidamente- producen la atracción de vandalismo hacia el mismo u otros inmuebles colindantes, reducen el valor de las viviendas y locales, y provocan la disminución de alquiler y venta de inmuebles en la zona.

Esas son las razones que han motivado al alcalde de Madrid, José Luis Rodríguez Almeida, a ordenar la creación de esta nueva unidad policial, integrada por casi 40 componentes, con 12 agentes y un mando en cada uno de los tres turnos de trabajo.

La sección forma parte de la Comisaría de Medio Ambiente y Patrimonio y trabajará en coordinación con las comisarías de distrito, con el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad y con la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo. Su actuación abarca todo el término municipal, aunque dedican una especial atención a los barrios más céntricos.

Desde su constitución, la Sección ya ha identificado a cerca de 300 grafiteros, ha tramitado más de 100 expedientes, ha formulado unas 150 denuncias y ha instruido medio centenar de atestados.

Uno de los últimos casos importantes en los que actuó Sepropur culminó con la detención de dos jóvenes, uno de ellos menor de edad, que habían accionado el freno de emergencia de un tren de Cercanías para obligar a su detención y vandalizarlo con diferentes pintadas.

En la ciudad de Madrid, las acciones vandálicas de este tipo son sancionadas con fuertes multas administrativas, tras endurecer el gobierno municipal en el año 2019 los importes por esta infracción. Por ejemplo, en el caso de las pintadas sobre los cierres comerciales o elementos asociados a actividades económicas se elevó de 500 a 1.000 euros; sobre mobiliario urbano, muretes o pilares y puertas, de 300 a 600 euros; y en edificios emblemáticos, las multas por pintadas de menos de un palmo ascienden a 2.000 euros y las que lo superan, 3.000 euros. En el ámbito penal, las penas de cárcel pueden llegar hasta un año y seis meses.

Foto del Ayuntamiento de Madrid

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