Alertados por los vecinos, la patrulla de la Policía Local de A Coruña se persona en un domicilio donde presencian como una mujer golpea a otra de edad avanzada, y al proceder los agentes a detener a la agresora, esta se resiste dándoles patadas y puñetazos. Ocurrió la noche del martes, cuando los vecinos de un edificio de una avenida céntrica escuchaban gritos procedentes de una de las viviendas, y aunque no era la primera vez que ocurría, en esta ocasión se alertaron más y llamaron al 092.
De inmediato se desplaza una patrulla policial al lugar, y al llegar y llamar al piso, les abre una mujer de edad que al verlos les cerró la puerta de inmediato, por lo que los policías vuelven a llamar, ya de forma insistente pues desconocen la situación en el interior de la vivienda.
Logran así que les abra la puerta un hombre, accediendo de inmediato al interior de la vivienda donde observan como la mujer estaba golpeando a una señora de avanzada edad, por lo que proceden a apartarla para que cese la agresión.
La mujer de 76 años se resiste a la actuación policial con patadas y puñetazos hacia los agentes, que finalmente logran detenerla y esposarla. Fue trasladada a Dependencias policiales para instruir las oportunas diligencias por un presunto delito de violencia doméstica y otro de atentado contra agentes de la autoridad, y tras la puesta a disposición judicial, quedó en libertad como investigada por esos delitos, a espera de juicio.
La mujer agredida tiene 91 años y es la suegra de su agresora, siendo el hombre que estaba presente el hijo de la señora y el marido de la detenida. Llama la atención que en todo momento este se mantuvo impasible y sin decir nada.
Al ocurrir el hecho en el domicilio de todos los implicados, estaríamos ante un delito catalogado como de violencia doméstica, que tiene una mayor penalidad para las personas que atentan contra otras que conviven en el mismo lugar, donde se supone de debe sentirse una persona más segura y protegida por los suyos.
