Según publica Informacion.es, un agente interino de la Policía Local de Torrevieja ha perdido la oportunidad de consolidar su plaza como funcionario tras negarse a portar el arma reglamentaria, un requisito obligatorio en el proceso de estabilización impulsado por la administración.
La decisión, argumentada por motivos religiosos, ha causado sorpresa dentro del cuerpo y ha dejado sin cubrir la vacante que debía ocupar.
El agente, que ha prestado servicio en Torrevieja desde 2003, es miembro de la confesión religiosa de los testigos de Jehová, cuyas creencias prohíben expresamente el uso y la posesión de armas. Aunque durante su etapa como interino pudo desarrollar sus funciones sin necesidad de portar armamento —como muchos otros policías en situación similar en España—, al optar a la plaza de funcionario se le exigía superar un curso de formación en el Instituto Valenciano de Seguridad Pública y Emergencias (IVASPE), donde portar y usar armas forma parte esencial del temario.
Antes incluso de comenzar el curso, el agente notificó por escrito que no participaría en las clases teóricas ni en las prácticas de tiro. Aun así, fue admitido inicialmente. Al no completar estas asignaturas, no pudo superar la formación. El IVASPE le ofreció una segunda oportunidad para repetir el curso, tal y como permite la ley, pero en esa ocasión ni siquiera se inscribió.
Este caso se enmarca dentro del proceso nacional de estabilización del empleo público, impulsado a instancias de la Unión Europea para reducir la temporalidad en las administraciones. En Torrevieja, 43 agentes interinos se han beneficiado de este proceso, tras superar las pruebas obligatorias, incluida la formación en armamento.
Desde la Jefatura de la Policía Local de Torrevieja y el IVASPE se intentó compatibilizar el derecho a la libertad religiosa con los requisitos profesionales del puesto, aunque sin éxito. La normativa exige que todo agente en plaza fija esté capacitado para portar y, si fuera necesario, utilizar un arma de fuego.
